Page 651 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
P. 651

tual Gobierno en los cinco años, que serían po-  En consecuencia, señor, la reelección inmediata,
                  cos para culminar las reformas que se han reali-  al margen de los deseos propios o de su grupo del
                  zado en esta forma, en forma trascendental.  señor Fujimori, no abona a favor de incluirla den-
                                                              tro de esta propuesta de reforma constitucional.
                  Muchas gracias, señor Presidente.
                                                              En cuanto a lo tercero, señor, la reelección inme-
                  El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el   diata del señor Fujimori nos parece no solamen-
                  señor García Mundaca; y, después el señor Ma-  te la burla a una palabra empeñada, no sólo la
                  nuel La Torre y señor Kouri.                inobservancia de un decreto ley por el cual noso-
                                                              tros estamos acá, no sólo, señor, un deseo de in-
                  El señor GARCÍA MUNDACA (MIA).— Se-         terpretar la historia por encima de la coyuntura;
                  ñor Presidente: La institución de la reelección  sino, señor, el comienzo de un pecado, de un de-
                  debe ser analizada desde tres puntos de vista. La  fecto, que debierémos gritar a la luz de la expe-
                  primera es la experiencia histórica sobre reelec-  riencia no sólo nacional.
                  ción; la segunda es la reelección inmediata como
                  una institución jurídica y política nueva; y el ter-  El señor Vega se ha referido al caso de México,
                  cer aspecto es el de la reelección en relación con  señor, y ha presentado lo inconveniente de la no
                  el señor Fujimori.                          reelección por los problemas graves de inmorali-
                                                              dad que aquejan la sociedad y el aparato político
                  En cuanto al primer aspecto, la experiencia no  de Mexico. Yo creo, señor, que no es así.
                  es positiva. Reafirmando el dicho castellano que
                  "nunca segundas partes fueron buenas", el Perú  Espero su tolerancia, señor Presidente, no espe-
                  no tiene que agradecer las reelecciones que se  ro su atención.
                  han producido a lo largo de su historia. No han
                  sido períodos en los cuales se pudiera haber vol-  El señor PRESIDENTE.— Vamos a conceder-
                  cado la experiencia obtenida en los ejercicios an-  le unos minutos adicionales. Usted, señor García
                  teriores; y, más bien, lo que hemos tenido a la  Mundaca, normalmente es muy puntual.
                  vista ha sido una reiterancia de procedimientos,
                  una repetición de actos y decisiones y una vuelta  El señor GARCÍA MUNDACA (MIA).— Soy
                  de personas del pasado —muchas de las cuales  puntual, señor Presidente, y me parece —a pro-
                  fueron discutidas en el primer período de gobier-  pósito de su llamada de atención muy cordial—
                  no— en esa segunda versión, conforme a la re-  que realmente este debate está de más, porque
                  elección constitucional.                    lo que quisiera la mayoría es que telegráfica-
                                                              mente cada miembro de la oposición expresara
                  No hay, pues, desde el punto de vista histórico,  su opinión, no en minutos, sino en segundos.
                  una necesidad de mantener la reelección como
                  una institución necesaria para la construcción de  Y creo que eso es lo que más le conviene al país,
                  la democracia en el Perú.                   señor, para, después de dejar expresada nuestra
                                                              posición aquí, salir a explicarle al pueblo, en don-
                  En cuanto al segundo aspecto, señor Presidente,  de seguramente nos vamos a enfrentar con ideas
                  tendríamos que determinar si la reelección in-  frente al electorado, porque el pleito —en el me-
                  mediata a secas contribuye al propósito de forta-  jor sentido de la palabra— no termina acá.
                  lecer la democracia, de preparar cuadros cada vez
                  más preparados y en mayor número para condu-  Señor Presidente, quería referirme al caso de
                  cir los destinos del país; si permite la renovación  México.
                  a la que debe aspirar todo pueblo que se precia
                  de caminar en forma sostenida hacia una prepa-  Disculpen, yo no tengo quién me regale votos...
                  ración mayor de sus habitantes o si, por el con-  perdón, no tengo quién me regale minutos adicio-
                  trario, la reelección inmediata apunta a una  nales, a pesar que represento más de cien mil vo-
                  reafirmación del providencialismo, del mesianis-  tos, cien mil votos que no han sido aportados, se-
                  mo con que frecuentemente partidos mayorita-  ñor Presidente, por padrino alguno. En consecuen-
                  rios creen que ellos y su líder son la solución de  cia, señor Presidente, debería tener, por los votos
                  los problemas nacionales.                   represento, un trato distinto, que espero que com-
                                                              prendan quienes hasta ahora no entienden por
                  Y es que, señor Presidente, por esta vía de creer  qué se encuentran sentados acá.
                  que se encontró al mesías, lo único que se ha
                  hecho en la historia del país es fabricar caudillos  Señor Presidente, pero el caso de México debe
                  que han conspirado no sólo contra el desarrollo y  ser explicado no por la ausencia de la reelección,
                  la afirmación de la democracia, sino que han per-  sino por la presencia permanente de un partido.
                  vertido la propia democracia interna de sus or-  Se ha creído que quitando al caudillo se elimina-
                  ganizaciones.                               ba el mal, y ésa es precisamente una argumenta-



                                                          1529
   646   647   648   649   650   651   652   653   654   655   656