Page 194 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
P. 194

Esta tesis, que al final triunfó en la Comisión de  tas, ochocientas o tres mil hectáreas en nuestro
                  Constitución, ha sido cuestionada de manera in-  país, donde la tierra no alcanza, con su acapara-
                  directa por algunos colegas congresistas y de  miento le está quitando a los demás. Si la tierra
                  manera frontal por otros, como el caso del repre-  fuese infinita, estaríamos de acuerdo con que no
                  sentante del Frenatraca, el señor Velásquez Gon-  existiera límite alguno; pero, siendo escasa, un
                  záles.                                      país no puede dejar de señalar que su derecho
                                                              como Estado promotor del bien común es esta-
                  También, de manera frontal, desde esta bancada  blecer un límite a la propiedad de la tierra, para
                  hay que responder la peligrosa afirmación que  evitar la concentración que genera el abuso y la
                  significa abandonar este país a la voracidad de  explotación de la que todos nosotros, nuestros
                  los acaparadores de la tierra, al egoísmo y hasta  padres y nuestros abuelos, hemos sido testigos.
                  la perfidia de aquellos que por su dinero son ca-
                  paces de concentrar la tierra, que es probable-  El señor GARCÍA MUNDACA (MIA).— ¿Me
                  mente el instrumento más antiguo con que el  permite una interrupción?
                  hombre labora su porvenir y lo más característi-
                  co de las etnias, de la cultura y de la historia ru-  El señor FERRERO COSTA (NM-C90).—
                  ral del Perú.                               Solamente a usted, doctor, por esta vez, dado que
                                                              estoy a punto de terminar, sabiendo que compar-
                  Señor, no quiero ofender la inteligencia de mis  timos muchas de estas inquietudes. ¿Me permi-
                  colegas, para recordarles que la historia del Perú  te, señor Presidente?
                  está íntimamente ligada a la historia de la pro-
                  piedad de la tierra. Desde la Conquista, fueron  El señor PRESIDENTE.— Puede interrum-
                  los españoles quienes modificaron el sistema de  pir el señor García Mundaca.
                  propiedad de la tierra, a pesar de no estar ellos
                  interesados en la agricultura, sino en la mina.  El señor GARCÍA MUNDACA (MIA).— Con
                  Sin embargo, produjeron una quiebra en el sis-  su anuencia, Presidente. Es precisamente lo que
                  tema de producción agrícola en el Perú e implan-  está ocurriendo. Al margen de que una limita-
                  taron un sistema de privilegios que la Repúbli-  ción coloca a la propiedad agraria dentro de una
                  ca, sin éxito, intentó modificar.
                                                              figura esotérica, dentro del conjunto del modelo
                                                              económico que ustedes están postulando; al mar-
                  Aparece así el fenómeno tanta veces menciona-
                  do por nuestros escritores, por los analistas de la  gen de eso, que de pronto es una negación al de-
                                                              recho de propiedad que tienen todos los demás
                  realidad nacional: el latifundio. Ese latifundio
                  maldito que permitió que unos cuantos hombres,  bienes, está el hecho incontrastable de que en
                  por ser poderosos, explotasen la miseria, el tra-  este momento, al amparo del Decreto Legislati-
                  bajo, el sudor, la enfermedad y hasta los hijos de  vo Nº 653, se está produciendo la concentración
                  aquellos que no tenían tierra.              de la tierra y se está desalojando a los campesi-
                                                              nos que usted señala, a los parceleros, herederos
                  Entonces, cuando en 1993 la Alianza Nueva Ma-  de la Reforma Agraria. Es decir, esta Constitu-
                  yoría-Cambio 90 pone en la Constitución que la  ción, con esa limitación, no les va a servir de nada,
                  propiedad de la tierra puede tener límites según  señor Ferrero.
                  la peculiaridad de cada zona, lo que hace es reco-
                  ger quinientos años de injusticia a fin de no per-  El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,
                  mitir, de ninguna manera, que haya una puerta  señor Ferrero Costa.
                  abierta para que alguien haga retornar el lati-
                  fundio, la concentración de la tierra y el abuso  El señor FERRERO COSTA (NM-C90).—
                  del derecho de propiedad que significa poder apo-  Usted pudo ya mencionar este tema, mi estima-
                  derarse una sola persona de un valle pequeño de  do colega. Pero todavía hay tiempo para preci-
                  dos mil hectáreas, o en un valle más grande te-  sar, reformular y avanzar en las normas que im-
                  ner tres mil o cuatro mil hectáreas, y, si de pas-  pidan la concentración de la propiedad en pocas
                  toreo se trata, de cinco mil, seis mil o siete mil  manos, sin afectar la competencia y consideran-
                  hectáreas, como ha ocurrido antes en este país.  do que la regla máxima de la sociedad no es sola-
                                                              mente la productividad.
                  La concentración de la propiedad genera una se-
                  rie de abusos, una relación de dependencia entre  Quisiera, con el tiempo que me da el señor
                  aquél que es el dueño y todos los que la trabajan;  Matsuda, terminar estas dos ideas. Antes de in-
                  pero no sólo eso, sino que además en el Perú,  gresar a dos reflexiones finales, para tranquili-
                  donde la tierra arable es escasa, ser dueño de tie-  zar a unos colegas inquietos, que han confundi-
                  rra es casi un privilegio. Si alguien es capaz hoy  do la teoría política, quizá por falta de lectura;
                  en día de tener quinientas, seiscientas, setecien-  para tranquilizar las conciencias agitadas de al-



                                                          1072
   189   190   191   192   193   194   195   196   197   198   199