Page 776 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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puede progresar y desarrollarse pese a las asime-  de garantizar su correcto funcionamiento, inter-
                  trías y condiciones adversas que aún imperan en  pone múltiples trabas o tapujos a la fuerza del
                  el sistema internacional, y logra organizarse con  mercado. Esto es lo que, precisamente, se apre-
                  eficiencia para movilizar sus capacidades inter-  cia en la Constitución de 1979.
                  nas y competir, sin inhibiciones, en el mercado
                  mundial.                                    En cuanto a la mistificación del rol del Estado en
                                                              la economía, ésta empieza con la sutil asimila-
                  Éste es, precisamente, el principal desafío eco-  ción de lo social con lo estatal, como si fuesen la
                  nómico que tenemos por delante: organizarnos  misma cosa; asimilación que es, a su vez, corre-
                  como un país eficiente y moderno para superar  lativa de una subliminal separación entre lo so-
                  la pobreza y el atraso, y convertirnos, de aquí en  cial y el mercado, como si fuesen antitéticos.
                  unos cuantos años, en una nación próspera y
                  cohesionada; en un "nic" o país de industrializa-  Como se sabe, en la realidad económica la socie-
                  ción rápida, como se dice en la literatura econó-  dad se expresa tanto a través del mercado como
                  mica.                                       mediante el Estado; ambos, mercado y Estado,
                                                              sirven, en su lugar y a su modo, a propósitos e in-
                  Esto exige tomar opciones claras, tal como se hace  tereses sociales. Al negar esto, lo único que se
                  en el proyecto de régimen económico propuesto,  logra es que un puñado de burócratas y de gru-
                  en favor de la economía social de mercado sin  pos de poder político y económico se arrogue el
                  subterfugios estatistas; en favor de las liberta-  derecho de ejercer una irrestricta injerencia en
                  des económicas, en vez del intervencionismo pa-  la vida económica de la sociedad, supuestamen-
                  ternalista; en favor del sector privado sin distingos  te, a nombre del interés social. Se abren, enton-
                  discriminatorios, en vez de sustitución por un  ces, las compuertas al intervencionismo sin me-
                  sector público instrumentado en beneficio de in-  sura y el Estado deja de ser expresión cabal del
                  tereses de grupos; en favor de la articulación com-  bien común y del interés público, para convertir-
                  petitiva e interdependiente con la economía mun-  se en instrumento del interés privado de cúpulas
                  dial, en vez de una economía cerrada y aislada  o cenáculos.
                  del progreso. En suma, una opción tajante en favor
                  de la modernidad y del derecho de todos los pe-  Es por ello que el nuevo régimen económico pro-
                  ruanos a tener la oportunidad de acceder a ella.  puesto parte de que la Constitución debe garan-
                                                              tizar el funcionamiento correcto de la fuerza del
                  Entrando ahora al tema propiaamente de la pro-  mercado, lo cual implica tanto la instauración de
                  puesta, referente al capítulo sobre los lineamien-  la libre competencia de los mercados existentes,
                  tos generales, el primer artículo del Título sobre  como la creación y desarrollo de mercados mo-
                  Régimen Económico del anteproyecto constitu-  dernos allí donde aún no existan.
                  cional tipifica a dicho régimen como una econo-
                  mía social de mercado. Esta tipificación implica  Éste es un imperativo económico, por cierto, in-
                  una cabal comprensión del verdadero rol del  dispensable para elevar la eficiencia y competi-
                  mercado, así como una visión no mistificadora  tividad de la economía peruana y asegurar un
                  del rol del Estado en la economía.          crecimiento sostenido de largo plazo. Pero se trata
                                                              también y, simultáneamente, de un imperativo
                  En cuanto al rol del mercado, se subraya su fun-  social, requerido para liberar las energías creati-
                  ción multiplicadora de oportunidades de riqueza  vas de todos los peruanos, multiplicando sus opor-
                  material y de realización personal. Sobre la base  tunidades de riqueza material y realización per-
                  de esta función, la modernidad desplazó al  sonal, lo que es indispensable para la efectiva
                  mercantilismo y al feudalismo, donde las opera-  democratización de la economía peruana.
                  ciones económicas eran coto reservado de clanes
                  o castas. Alentar esta función es de vital impor-  Quiero referirme también al aspecto de la vin-
                  tancia en un país como el nuestro para terminar  culación entre la economía y la pacificación del
                  de derrumbar los muros discriminatorios que aún  país. Hay implicaciones sustantivas del nuevo
                  detienen las energías creativas de la mayoría de  régimen económico constitucional propuesto para
                  peruanos, forzándolos a la informalidad o a una  la pacificación, la seguridad y la defensa del país.
                  desgastante sobrevivencia.                  En efecto, mercados competitivos y extendidos,
                                                              donde cada uno de los peruanos pueda desplegar
                  Esto no será posible mientras no se comprenda  libremente sus aspiraciones individuales de ri-
                  plenamente la función liberalizadora y democra-  queza y progreso, dan sustento sólido al Estado
                  tizante del mercado o mientras se subraye úni-  para que éste sea expresión cabal del bien común
                  camente su lado oscuro, su función darwiniana,  y establezca un marco orientador y estable, don-
                  alimentándose así una suerte de paternalista  de todo el colectivo social se vea efectivamente
                  desconfianza o aversión al mercado, que, en vez  incluido. De este modo, ambos, mercado y Estado,



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