Page 502 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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nina en el empleo, no son normas protectoras, ni encuentra a trabajadores y a empleadores en el
normas que incluso pueden haber sido hasta fac- esfuerzo común de participar en la utilidad; por-
tores de retracción en la contratación de mano que a ambos les interesa participar en la gestión,
de obra femenina, sino garantizar a plenitud la en las modalidades y niveles que convengan, y
justa participación en la remuneración, el dere- participar en la propiedad, si ellos libremente así
cho de que a igual trabajo haya igual remunera- lo desean.
ción.
Por eso hemos reformulado el artículo 56º de la
Del mismo modo, la compensación por tiempo Constitución; pero no queremos que se deje de
de servicios. Ésta es una materia que bien puede decir que buscamos una empresa peruana en la
tener un tratamiento constitucional, en lugar de que trabajadores y empleadores en común en-
ser una norma reglamentaria, para consagrar en tiendan que su éxito es el éxito de ambos; y eso
el rango y en el nivel que corresponde el derecho se garantiza con un adecuado tratamiento de la
de los trabajadores a su ahorro, al ahorro que participación de los trabajadores en la gestión y
genera su trabajo durante años. en la utilidad, según norme la ley, y en la propie-
dad, si así libremente lo desean. El proyecto re-
En segundo lugar, pedimos precisiones en mate- corta estos derechos y creemos que retrocede,
ria de derechos colectivos, porque venimos de una porque no entiende que la empresa peruana será
experiencia legislativa previa a la dación de esta más fuerte si empleadores y trabajadores la sien-
Constitución que nos preocupa. Pese a que la ten suya y luchan por ella.
Constitución de 1979 consagraba no sólo en tér-
minos generales la libertad sindical, el derecho a Muchas gracias.
huelga y la negociación colectiva, las normas la-
borales dictadas especialmente durante el perío- El señor PRESIDENTE. Tiene la palabra el
do de facto han lindado con lo inconstitucional. señor Barba Caballero.
Por eso creemos que en esta materia es indis- El señor BARBA CABALLERO (CD). Se-
pensable ser muy precisos. Nuestra fórmula re- ñor Presidente: A diferencia del doctor Gustavo
conoce los derechos a la negociación colectiva, a García Mundaca, a mí no me molesta el semáfo-
la sindicación y a la huelga; pero precisamos su ro que han puesto sobre el Hemiciclo. Me parece
contenido para evitar que mañana el legislador muy práctico y, además, me hace recordar un
pueda considerar arbitrariamente qué cosa es po- próspero negocio de mi amigo Donayre Lozano
sible o no de una huelga, en qué consiste o no la en la bella ciudad de Iquitos. Es un restaurante,
negociación colectiva y cuáles son los alcances del por si acaso.
derecho colectivo a la negociación.
Señor Presidente, un poco de historia. A media-
Y terminaré indicando que el otro tema concep- dos del siglo pasado, el informe de una comisión
tual para nosotros es el derecho a la participa- real designada para investigar la industria del
ción. En este punto queremos insistir en que no carbón conmovió a toda Europa con su revela-
consideramos que el modelo del velascato y la ción de una explotación inhumana junto a condi-
comunidad industrial, que el modelo forzoso de ciones repugnantes de vida. Los apologistas del
participación en la propiedad de las acciones, sean liberalismo económico se defendieron recurrien-
las únicas vías. Entendemos que el mundo ha do al principio de la libertad humana y al dere-
desarrollado, como los japoneses, con los círcu- cho del hombre a determinar su propio destino.
los de gestión y de productividad; como los ale-
manes promoviendo la cogestión; como los ita- Con argumentos cínicos como éste, los defenso-
lianos fomentando a través de la negociación co- res del liberalismo económico impidieron por
lectiva; es decir, todos aquellos países que han mucho tiempo la intervención del Estado en la
entendido que la empresa y la empresa priva- cuestión social. La consecuencia fue una vida de
da es esa comunidad de trabajadores y desolación y miseria que difícilmente pudiera
empleadores, han buscado el acercamiento. Hoy, imaginarse en nuestros días. Sin embargo, poco
que el mundo ya no se divide entre el este y el a poco, primero con vacilaciones, pero después
oeste; hoy, que la confrontación entre el capital y con mayor firmeza, los Estados fueron intervi-
el trabajo es un dogma del pasado; hoy, justamen- niendo en la cuestión social, y hasta la encíclica
te, tenemos más que nunca que buscar el acerca- Rerum Novarum justificó la intervención y les
miento dentro de la empresa. exigió a los Estados trabajar en función del inte-
rés general. Y fue así como los dogmas del dejar
Una economía social de mercado reclama una hacer y del dejar pasar y de la propiedad como el
empresa comunitaria, y una empresa comunita- derecho natural intocable, sucumbieron para
ria se fomenta cuando la ley, con flexibilidad, siempre.
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