Page 338 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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falsa verdad que, en nuestro criterio, siempre rayó dad. Pero también yo, al menos, quiero ser con-
en la infamia. creto en este punto: creo que es nuestro deber
advertirle a la mayoría de los peligros de querer
Evidentemente, señor Presidente, yo no pienso construir un proyecto político y constitucional que
que el Gobierno, el oficialismo, actúe así por mal- no tome en cuenta lo social. Esto, en mi criterio,
dad o por necedad. Lo que sucede y en esto es sencillamente una locura, porque abriría las
debemos de ser concretos es que el señor puertas de la violencia social.
Fujimori se ha vuelto liberal y ahora plantea,
como ellos, que el Estado no es ya la solución sino Otro aspecto fundamental de la Constitución de
el problema, y, por ello, nos dice que hay que re- 1979 es la regionalización, que fue no sólo la rei-
gresar al mercado para, desde allí, lograr el obje- vindicación más concreta y más profunda de las
tivo del crecimiento económico. Por esto, entre provincias del Perú, sino también el esfuerzo más
otras cosas, nos plantea un Estado mínimo, la notable por acabar con el agobiante centralismo
eliminación o disminución al máximo de los pro- limeño.
gramas sociales y la flexibilización del mercado
de trabajo o, dicho de otra manera, la conculca- Lamentablemente, la respuesta del Gobierno en
ción de los derechos de los trabajadores. este campo ha sido un absoluto regreso al pasa-
do. Pero estas provincias olvidadas, marginadas,
El único problema de este discurso, señor Presi- van a ser la causa de que la industria perezca en
dente, es que el señor Fujimori y los voceros del Lima, porque no puede haber desarrollo en el
oficialismo no dicen toda la verdad con respecto Perú olvidando a las provincias. Y no puede ha-
a la sobrecarga de las funciones estatales. Yo pre- ber industria en Lima si no hay un mercado de
gunto: ¿no es acaso cierto que, por ejemplo, los consumo nacional que dinamice las riquezas pro-
empresarios, al primer fallo de la mano invisible ducidas por la industria.
del mercado, son los primeros en exigir la inter-
vención de la mano visible, concreta y generosa Cuando en 1990 se inició el gobierno del señor
del gobierno? Fujimori, realmente millones de peruanos cre-
yeron asistir a la hora de algo distinto, de algo
Yo siempre me he preguntado, señor Presidente, diferente. Sin embargo, después de tres años de
¿qué sería de nuestros empresarios sin los apo- gobierno equivocado y centralista, los resultados
yos gubernamentales y abandonados al libre jue- son bien distintos de los esperados, pues se les
go de la oferta y de la demanda? sigue concediendo privilegios a quienes ya tie-
nen bastante y se insiste en quitar a nuestras
Por estas razones, lo primero que hace un em- provincias lo absolutamente poco que tienen.
presario listo, un empresario imaginativo, aquí
en el Perú, en nuestra realidad, es hacerse lo más De allí que, si un mensaje cabe darle a los pue-
rápidamente posible de un medio de comunica- blos del Perú, hay que afirmar que la regionaliza-
ción masiva para, desde allí, por siempre, hacer ción no morirá, que subsistirá y se fortalecerá
mercantilismo con los gobiernos de turno. De ahí con un gobierno diferente.
que Milton Friedman dijera que los hombres de
negocio no son partidarios de la libre empresa, y El señor PRESIDENTE. Doctor, se le agotó
son con frecuencia sus peores enemigos; y tiene el tercer turno.
razón, señor Presidente.
El señor BARBA CABALLERO (CD). Con-
Lo que realmente buscan los hombres de nego- cluyo en estos momentos.
cio es, básicamente, un Estado que los colme de
privilegios, que les dé dinero barato, que los pro- Otro aspecto que hay que resaltar de la Consti-
teja con barreras arancelarias, que les dé un pre- tución de 1979 fue su adecuado tratamiento de
cio de venta alto para sus productos y otro, lo los poderes del Estado; y si esto no funcionó, fue
más bajo posible, para lo que ellos tengan que básicamente porque hubo una conspiración con-
comprar. Con esto se demuestra, señor, que de- tra la democracia. No fue, pues, la Carta de 1979
trás de los argumentos empresariales contra el la que fracasó, sino el señor Fujimori como pre-
Estado social está la increíble petición de la ley sidente democrático.
del mercado para el pueblo y de las subvenciones
para ellos. Finalmente, quiero decir que la gran ventaja de
la Constitución de 1979 es que no fue un texto
Esto no significa negar la crisis del Estado social pensado para satisfacer intereses personales y que
ni tampoco la urgencia de racionalizarlo y su gran superioridad es su legitimidad; por ello
empequeñecerlo para así convertirlo en un alia- expresó el consenso básico de las fuerzas políti-
do de la economía, de la democracia y de la socie- cas y sociales del Perú.
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