Page 314 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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titucional en materia económica y nunca aplicó, que defendemos la libre competitividad; cómo es
real y verdaderamente, una economía social de que entendemos la necesidad de un país, con ga-
mercado, pues nada es más contrario a ella que el rra y con búsqueda de mercados internacionales;
intervencionismo, el populismo y el estatismo. cómo defendemos y defenderemos la propiedad y
el rol subsidiario del Estado.
También es verdad que el copamiento político de
instituciones desnaturalizó el rol de instituciones Pero en nombre de una reforma económica a la
vitales como el Consejo Nacional de la Magistra- que podemos apoyar e incluso alentar, no estamos
tura o el Tribunal de Garantías Constitucionales. dispuestos a claudicar frente a la autocracia, por-
Cuando se revise la historia, podrán leerse en las que no concebimos una economía social de mer-
actas del debate de aquella Cámara de Diputados cado verdaderamente libre y justa, sin una demo-
las voces de hombres que desde estos escaños re- cracia muy sólida, sin un sistema de pesos y de
clamaron insistentemente de los riesgos constitu- contrapesos y de un adecuado reparto del poder.
cionales que traía el proceso de copamiento que el
Partido Aprista venía haciendo de un conjunto de La vigencia de la Constitución y sus años de apli-
instituciones constitucionales. cación, sin embargo, necesitan de un reajuste al
cabo del tiempo. Esos reajustes se deben a cam-
Reconozco también que aunque el proceso de re- bios ocurridos en el mundo y en nuestro país, a
gionalización se puso en marcha tardíamente, pri- una economía globalizada, a la necesidad de acer-
mó en muchos casos el criterio político sobre el car ese país legal al país formal, a la necesidad de
técnico. tratar constitucionalmente instituciones como la
subversión o el tráfico ilícito de drogas no pre-
Pero nada de eso, señor, nos debe llevar a hacer vistos en su tiempo, en su dimensión ni en sus
retrocesos, a destruir instituciones que tenemos alcances, o a la necesidad de reformar institu-
que perfeccionar. Los errores del pasado nos de- ciones que fueron concebidas bajo un modelo y
ben enseñar a mejorar las instituciones, pero no a que ahora deben ser adecuadas.
acabar con ellas.
Éste es el caso, por ejemplo, de la descentraliza-
Yo diría que entre 1990 y 1992 se puso por prime- ción, que reclama realmente de decisiones distin-
ra vez a prueba el modelo constitucional. Era la tas y de una revisión a profundidad; o es el caso de
primera vez que un Presidente resultaba elegido la relación entre el Poder Ejecutivo y el Legislati-
en segunda vuelta. Era la primera vez, vigente la vo, cuyos criterios debemos afinar; o es el caso del
Constitución de 1979, que un gobernante no lle- Poder Judicial, para devolverle confianza a la po-
gaba al poder con una mayoría en el Parlamento. blación; o es un tratamiento mejor de los regíme-
Y era entonces la ocasión para poner a prueba el nes de excepción.
sistema; era la ocasión para que estos pesos y con-
trapesos se midieran; era el momento para el diá- Pero, ¿cuál es la propuesta que nos trae la mayo-
logo y la concertación anunciada en la primera ría?, ¿cuál es el esquema global que contiene el
vuelta como parte de la campaña. proyecto? y ¿por qué no hemos suscrito ese dicta-
men? No lo hemos suscrito y consideramos que
Y el modelo, señor, desgraciadamente falló. ¿Falló debe ser materia de una profunda revisión, por-
porque el modelo era malo? Esa es una pregunta que en nuestro concepto este proyecto contiene
que los constituyentes de 1993 debiéramos hacer- cuatro graves desequilibrios.
nos.
Éste es un proyecto que consagra un Estado cen-
Yo sostengo que el modelo no falló porque era malo. tralista. Y decimos que consagra un Estado cen-
Falló porque había un proyecto autocrático. Falló tralista, porque vistiéndose de municipalista, lle-
porque no hubo voluntad democrática. Falló por- va en sí mismo una trampa: teóricamente se trans-
que hoy repitiendo los mesianismos del velas- fieren poderes a las municipalidades. En los he-
cato, con una orientación liberal, se quiere se- chos, basta leer el artículo 213º, que dice que el
guir conduciendo al país a la posibilidad única de Estado se reserva para sí aquellos proyectos que
un hombre, de un mesías y de un salvador. Y con- juzga de envergadura nacional y decide por sí cuá-
sidero, señor Presidente, que hay que decir con les son aquellos que transfiere y cuáles los que no
toda claridad que ése no es el camino que el Perú hace. Porque la división en el rango municipal tien-
necesita. de a la atomización del país y hace verdad ese prin-
cipio político de "divide y reinarás", pues al elimi-
Nosotros diremos a lo largo de este debate consti- nar una instancia intermedia no crea esa instan-
tucional, porque lo venimos diciendo hace veinti- cia de gobierno necesaria y de organización del
séis años, cómo es que estamos de acuerdo con Estado para promover el desarrollo a niveles que
una orientación abierta de la economía; cómo es las provincias de nuestros pueblos nos reclaman,
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