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estos niveles de gobierno. Este es un esfuerzo significativo: si comparamos con el año
2011, casi se han duplicado los recursos que se transfieren a estos niveles de gobierno
por recursos ordinarios. Acá no hay canon; acá se incluyen las transferencias que se
firman vía convenio y las transferencias que se otorgan por el Foniprel y por el Programa
de Incentivos Municipales.(Ver cuadro 24.)

Entonces, vemos acá un esfuerzo importante por acompañar las competencias que tienen
los gobiernos locales y regionales en poder cerrar brechas y dar servicios de calidad a los
ciudadanos.

Siempre la crítica es que se presenta un presupuesto centralista, esa es la crítica usual que
se hace. Pero acá siempre es importante hacer la lectura para ver dónde se invierten los
recursos; porque si uno hace un análisis solamente mirando el PIA, estaría haciendo un
análisis absolutamente sesgado, ya que muchas veces no aparecen esos recursos en las
regiones y en los gobiernos locales porque no son proyectos factibles o porque no son
fondos que han sido incorporados.(Ver cuadro 25.)

Si hacemos un ejercicio para ver dónde se gasta la inversión pública en el Presupuesto de
Apertura, sin incluir las transferencias ni nada de esto, se aprecia que el 60% se invierte
en el interior del país y el 40% en Lima y Callao, para empezar; y dentro del 60% que se
invierte en el interior del país, hay un énfasis importante en los diez departamentos más
pobres.

Las políticas acá pasan también por cerrar brechas, pero focalizando especialmente
donde estas son más grandes, que corresponden a las regiones más pobres del país.

Viendo la estructura total del presupuesto, excluyendo el pago de pensiones y el servicio
de la deuda, apreciamos acá, claramente, que hay una apuesta importante por la
educación, la salud y la protección social. La inclusión social, vista de manera mucho
más amplia, que trasciende a los programas sociales, va al meollo del tema de capital
humano que es la educación, la salud, la nutrición; y vemos que más de 40% del total del
presupuesto está dirigido hacia estos sectores.(Ver cuadro 26.)

Pero si vemos el aumento, quitando también el gasto del servicio de deuda y de
pensiones, que es un incremento de más de 11 mil millones de nuevos soles en el PIA, el
71% de esta asignación está dirigida a estos sectores.(Ver cuadro 27.)

Entonces, acá se ve y se refleja con absoluta claridad la apuesta central de este
presupuesto, que apuntala la inclusión social, que es un objetivo central del gobierno del
presidente Ollanta Humala.

Y si vemos las apuestas en el tiempo, que se miden como porcentaje del PBI, observamos
en el sector educación, en el sector salud, asignaciones presupuestales por función en los
tres niveles de gobierno relativamente estancadas, incumpliendo ciertamente lo que son
compromisos en el Acuerdo Nacional. Y acá, en sectores tan importantes como
educación y salud, como lo comentó la premier, se están efectivamente cerrando —
comenzando a cerrarse y aceleradamente— estas brechas; pero para que esto tenga
sentido tiene que convertirse en una política de Estado, porque el esfuerzo de un año no
es suficiente. Este es un esfuerzo desde distintos gobiernos para poder llegar al

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