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Aplicando las reglas macrofiscales que tenemos, de una guía ex ante —ahí falta la
palabra guía—, sobre un déficit fiscal del 1% del PBI, podemos proyectar un sendero de
ingresos que pueden financiar el gasto no financiero en los tres niveles de gobierno.(Ver
cuadro 16.)

Y vemos ahí algo importante que yo creo que vale la pena relevar, que es cómo hemos
sido beneficiados por estos mayores ingresos públicos: si uno compara un período que
más o menos coincide con la administración del presidente Toledo, el promedio anual de
incremento del presupuesto fue de tres mil 100 millones; o con el siguiente período, que
más o menos coincide con la administración del presidente Alan García, hubo siete mil
800 millones de incremento anual promedio. En la administración actual, ha habido un
incremento anual promedio de 12 mil 300 millones de nuevos soles.

Entonces, este es un esfuerzo importante por inyectar recursos públicos, como nunca los
hemos tenido, a la economía para poder llevar adelante políticas públicas y cerrar
brechas. Esta es una realidad que tenemos ante nosotros y depende de todos nosotros
poder realizar estos recursos en beneficio de la ciudadanía.

Obviamente, no estamos exentos de riesgos, pues somos una economía pequeña
insertada en la economía internacional y tenemos factores externos e internos que pueden
cambiar este panorama positivo en los siguientes años.(Ver cuadro 17.)

Los factores externos los conocemos, así que voy a focalizar los internos, donde podemos
tener algún tipo de injerencia, directa o indirectamente.

Uno es, y reitero, las expectativas que no se recuperen a una mayor velocidad. Esto
depende de las acciones que tomemos, tanto el Ejecutivo como el Legislativo y otros
poderes del Estado y otros niveles de gobierno; y tiene que ver con cómo podemos
traducir este estímulo fiscal en, efectivamente, obras y que no sea solamente un tema
contable; que no haya retrasos en los proyectos importantes y que se puedan
reenganchar proyectos que están paralizados por distintos motivos en el sector de la
minería, de los hidrocarburos; o que se pueda realizar en presupuesto y a tiempo esta
construcción de los megaproyectos.

Las reformas no se pueden paralizar; debemos tener una visión de largo plazo.
Obviamente, siempre estamos sujetos a los vaivenes del clima y la presencia del
fenómeno de El Niño es siempre una posibilidad. No está en el horizonte de corto plazo,
pero tenemos que ser muy conscientes de que vivimos en un país que está sujeto a riesgos
externos y riesgos internos, y que dentro de los internos hay factores que controlamos y
otros que no controlamos.

Los supuestos macroeconómicos que estamos utilizando para el proyecto de presupuesto
que presentamos ante ustedes es un crecimiento económico al 2015 de 6%; un tipo de
cambio al final del periodo de 2,90 nuevos soles por dólar; una inflación acumulada en
el año de 2%; una balanza comercial deficitaria en poco más de dos mil millones de
dólares, y como resultado económico fiscal un déficit de 0,4% del PBI.(Ver cuadro 18.)

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