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para cerrar las brechas y apuntalar el crecimiento a futuro sin perder la solvencia fiscal
del país.

No muchos países logran esto, no muchos países tienen la capacidad de hacerlo. Por dar
un ejemplo, los niveles de deuda en países como Brasil son tres o cuatro veces más
grandes que los nuestros, y eso le reduce a ese país el campo de maniobra.

Entonces, tenemos campo de maniobra y hay que saber cómo utilizar este campo de
maniobra para poder llevar adelante políticas contracíclicas y, a su vez, para poder
atacar cuellos de botella que inhiben potencialmente el desarrollo en los próximos años.

Para poder apreciarlo con mayor claridad, si uno ve el gráfico de la izquierda, esa línea
gris son los ingresos convencionales del gobierno general, y así es como oscilan,
básicamente por esa volatilidad que existe en la materia prima por el impuesto a la renta
que pagan las mineras, principalmente. Donde hay picos, hay caídas grandes, una
volatilidad enorme.(Ver cuadro 14.)

Lo importante es migrar hacia ingresos que no dependan de esa volatilidad, a ingresos
estructurales quitándole ese efecto. Comparemos ambas líneas grises: si uno le quita ese
efecto cíclico, uno tiene un patrón y un horizonte de ingresos mucho más estable, y esto le
da mayor predictibilidad al gasto y a las inversiones públicas, y —algo que en el país es
una falencia importante aún— permite la planificación y la programación multianual para
cerrar brechas.

Acá estamos discutiendo no solo la asignación de un año, sino la apuesta por políticas de
Estado que trasciendan a un gobierno de turno, si es que tenemos esa visión de largo
plazo para poder cerrar brechas.

Con respecto a cómo aumentar la base tributaria y ver los ingresos que se recaudan en
los tres niveles de gobierno, es impresionante constatar en los últimos 15 años cómo han
crecido los ingresos.(Ver cuadro 15.)

En el año 2003 teníamos ingresos del gobierno general por debajo de los 40 mil millones
de nuevos soles, y lo que se estima en los siguientes dos años es que se podría llegar a
más de 160 mil millones de nuevos soles de ingresos. Esta es una enormidad de recursos
y, obviamente, el Estado debe tener las capacidades para poder convertir esos ingresos
públicos en políticas públicas.

Y si uno ve también el número de contribuyentes —este es un proxy imperfecto, pero
muestra el número de RUC—, podrá apreciar que en el 2002 había 2,4 millones de
contribuyentes con RUC. En la actualidad, hay casi siete millones de contribuyentes con
RUC en el país. En los últimos tres años, ha habido un incremento de 1,3 millones de
contribuyentes con RUC.

Obviamente, tenemos el problema de ampliar la base tributaria, de lograr formalizar la
economía. Este es también un desafío que tenemos pendiente. Pero hay un esfuerzo
notable por ir incrementando ingresos permanentes y estructurales en el país, para poder
cerrar las brechas de desarrollo.

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