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Yendo  al  detalle,  este  año,  desde  el  mes  de  mayo,  por  el  lado  fiscal  se  ha  venido
               adoptando  una  serie  de  medidas  que  apuntalan  una  política  fiscal  expansiva  de  corto
               plazo.


               En el mes de mayo, el Congreso de la República aprobó la Ley 30191, donde hubo una
               inyección  de  más  de  tres  mil  millones  de  nuevos  soles  para  financiar  actividades  y
               proyectos  de  prevención,  mitigación  y  adecuación  para  responder  ante  desastres
               naturales.(Ver cuadro 4.)

               Seguidamente, a inicios del mes de julio, se aprobó un decreto de urgencia donde se hizo
               una inyección adicional de 0,3% del producto, y en el mes subsiguiente se complementó
               con una inyección adicional de 0,2% del producto, lo que suma una inyección, entre el
               mes  de  mayo  y  el  mes  de  julio,  de  más  de  seis  mil  millones  de  nuevos  soles  a  un
               presupuesto fiscal que ya venía expansivo.


               Acordémonos  exactamente  que  hace  casi  un  año,  cuando  se  aprobó  el  proyecto  de
               presupuesto de la República, ya tenía una expansión importante, a lo cual se suma esta
               inyección  adicional  de  recursos.  Y  acordémonos  también  que  se  dio  continuidad  de
               inversiones  con  recursos  ordinarios  no  devengados  al  31  de  diciembre,  que  fueron
               incorporados como crédito suplementario a comienzos del año.

               Entonces,  la  política  fiscal  ha  venido  acompañando  esta  caída  por  el  lado  de  la
               demanda.

               El  desafío  principal  en  los  tres  niveles  de  gobierno  es  convertir  estos  créditos
               suplementarios en ejecución de obra física y que esto se traslade a beneficios para los
               ciudadanos. Ese es el reto central.

               El  día  de  ayer  tuvimos  una  reunión  con  un  ministro  de  Estado,  que  cuenta  con  un
               porcentaje  importante  de  obras públicas en  su  cartera,  y le  preguntaba  cuáles son  los
               problemas  de  ejecución  que  hacen  que  no  tengamos  una  ejecución  al  100%,  como
               debiera ser, que es lo que aprueba el Congreso de la República todos los años.

               Y  acá,  viendo  las  cifras,  pareciera  que  nuestro  Estado  ya  llegó,  en  cierta  forma,  a  su
               capacidad de absorción total con las capacidades que tenemos. El presupuesto se ha ido
               multiplicando  por  tres,  por  cuatro  veces,  en  los  últimos  diez,  quince  años;  pero  las
               capacidades que tenemos en el Estado en los tres niveles de gobierno no han ido a la
               par.

               Entonces, el desafío central que tenemos es cómo, efectivamente, lograr acompañar estas
               apuestas  presupuestales  que  el  Congreso  de  la  República  hace  año  tras  año  en  los
               presupuestos, que básicamente es administrar los recursos de los contribuyentes; cómo
               convertirlos en políticas públicas que sean efectivas, y cómo tener un Estado que pueda
               llevar  adelante  estas  políticas  públicas.  Ese  es  un  objetivo  central  y  un  desafío  que
               tenemos hacia adelante —reitero— en los tres niveles de gobierno.


               Pese a la revisión a la baja que hemos hecho sobre el crecimiento de 2014, el 2015 —y
               estas  son  proyecciones  independientes—  muestra  una  recuperación  en  el  mundo,  un
               crecimiento que va a ser mayor ese año comparado con la previsión que se tiene a la


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