Page 62 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
para cortarnos los recursos de esa capital: El pensamiento es diabólico y no
habrá dejado de ofrecérsele al rebelde. El Corregidor de Abancay a quien toca
su custodia me asegura que ha dado las providencias correspondientes para
subsistencia, poniendo en él guardias, pero tanta es la opresión que tolera-
mos, que no tengo por difícil su ejecución, por cuanto ya se dice está movida
aquella provincia. Dios lo remedie todo y guarde a Vuestra Excelencia muchos
años. Cuzco y diciembre cuatro de mil setecientos y ochenta.— Excelentísimo
Señor. Besa la mano de Vuestra Exelencia su más reverente servidor y seguro
capellán. Juan Manuel Obispo del Cuzco.— Excelentísimo Señor Don Agustín
de Jáuregui.— Es copia de su original.— Doctor Frias, Secretario.—
(Al margen: Carta de Su Excelencia)
Ilustrísimo Señor.— Muy Señor mío: con carta de Vuestra Señoría
Ilustrísima su fecha de cuatro de diciembre último, se ha recibido el testimo-
nio de diligencias que incluye, relativo a las maquinaciones y perversas ideas
del traidor José Gabriel Tupa Amaro y las providencias que para cortar tan
perjudicial daño ha dado Vuestra Señoría Ilustrísima, con otros puntos de que
quedo enterado. Todo se ha visto en el Real Acuerdo últimamente celebrado
con este motivo y aunque tengo significado a Vuestra Señoría Ilustrísima con
fecha de veinte y cuatro de diciembre lo mucho que convendrá inquirir de los
curas, los designios del rebelde e influir el amor, respeto y obediencia debida
al soberano, lo repito ahora y añado, era igualmente conveniente que Vues-
tra Señoría Ilustrísima comunique también a los señores Visitador General e
Inspector Don José del Valle, que va caminando con la expedición de tropa y
armas a esa ciudad, cuantas noticias puede adquirir, su celo por el mejor real
servicio y bien del estado, para que les sirvan de gobierno.— Nuestro Señor
guarde a Vuestra Señoría Ilustrísima muchos años. Lima tres de enero de mil
setecientos ochenta y uno.— Ilustrísimo Señor. Besa la mano de Vuestra Se-
ñoría Ilustrísima su más atento y seguro servidor. Don Agustín de Jáuregui.—
Ilustrísimo Señor Obispo del Cuzco.—
(Al margen: Carta de Su Ilustrísima)
Excelentísimo Señor.— Muy Señor mío: En la del seis del que corre
se sirve Vuestra Excelencia contestarme a la de diez y siete, y veinte y uno del
pasado, dirigidas a exponer a su atención el lamentable estado en que se ha-
llaba este vecindario y sus provincias comarcanas, por la tiránica opresión del
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