Page 43 - Padres de la Patria
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discordia civil. Las fuerzas se aumentan o decrecen en razón de los esfuerzos
del enemigo común y de los medios para sostenerlas. Las rentas que en el
anterior Gobierno eran nulas, están hoy reducidas al producto de algunas
provincias. La agricultura, la industria, el comercio activo y la explotación de
minas se hallan paralizados por la fatalidad de la guerra. Es necesario que el sol
del Perú pierda la palidez que ha sufrido por más de tres centurias y esparza
sobre sus hijos esos rayos benéficos y llenos de esplendor con que dardeaba
desde la cima de los Andes en tiempo de Huayna Capac. Reunidos entonces
bajo el árbol sagrado de la libertad, el político, el estadista, el filósofo, el hombre
de Estado y demás genios amantes de la patria trazarán con mano sabia e
impertérrita un Gobierno prudente, y paternal que haga su felicidad futura y nos
ponga a cubierto de toda agresión contra la libertad e independencia.
¿Cuál será entonces el carácter dominante que presente el Perú? ¿Será el de
Roma expulsados los Tarquinos o el de Constantinopla después de
ensangrentado el trono del Sultán? El impulso que se ha dado a la opinión
contra el realismo para plantar el árbol de la libertad es general en todo el
continente y estas ideas dejan en los espíritus unas semillas que no se pueden
fácilmente arrancar. El progreso de los conocimientos hace temblar a la tiranía
española, porque instruido el pueblo en sus derechos, ha pasado a examinar los
del déspota. En todo el territorio hay virtud porque hay patriotismo o el germen
de las virtudes más heroicas. Por todas partes los peruanos sacrifican con
denuedo sus personas y bienes, y esperan llenos de energía su libertad e
independencia.
Guardémonos de decir que no hay luces en el Perú. El que al acento sagrado de
la libertad permanece aún en su antigua apatía y conserva esas ideas góticas es
indigno del nombre peruano. El perjudica al sistema infundiendo el desaliento en
los pueblos aún esclavos. El prepara la división de la capital con las provincias y
sostiene el yugo de nuestros antiguos opresores.
No: jamas el indígena será un obstáculo para la elección de un Gobierno sabio y
paternal. Patriota por naturaleza ha procurado siempre, aunque con mal suceso,
recobrar la antigua independencia del Perú. Con su continua agitación ha
comprobado, que el pueblo conquistado permanece siempre en revolución. En
su desgracia ha conservado su idioma, sus usos, un odio eterno al nombre
español, el llanto y traje lúgubre por la pérdida de su libertad.
El africano que sabe arrojarse al Senegal para perecer en unión de su libertad, la
ama por carácter, y ha realizado en la isla de Santo Domingo el vaticinio del
político Cisneros. El descendiente de los conquistadores, olvidando de sus
antiguas preocupaciones, sabe que el hombre debe deliberar, no conducirse por
imitación ¿No le veis olvidado de sus títulos, de sus honores, de su rango
cooperar gustoso a la independencia del Perú? Todos, todos están en la firme
convicción de que su interés está íntimamente unido con la conservación y
prosperidad del Estado, en que consiste el verdadero patriotismo. Hay pues
heterogeneidad en los colores, no en el espíritu, no en el carácter, no en el
deseo de la felicidad común. El hombre ama naturalmente su bienestar; y el
alma es igual en todos los ángulos del planeta que habitamos.
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