Page 188 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen 1
Visita del Real Convictorio de San Carlos en 1815
Sueldo del Rector dos mil cuatrocientos 2.400.—
El de dos Vice-Rectores 1.200.—
El de once Maestros a doce pesos cada mes 1.584. —
El del Capellán trescientos pesos 300.—
El del Catedrático de Digesto 100.—
El del Médico ciento cincuenta pesos 150.—
Y mil ciento sesenta pesos invertidos en las dotaciones
de los subalternos, como son Mayordomo, Cobrador,
despensero, Portero, enfermero, amanuense, guarda y
cocineros 1.160.—
6.894.—
Importa el total de los salarios seis mil ochocientos noventa y cuatro
pesos. Deducidos estos de los veinte y tres mil setenta y tres pesos dos reales,
quedan diez y seis mil ciento setenta y nueve pesos dos reales, para alimen-
tos, refacciones etc., es decir que dicha cantidad es menor a los veinte y cinco
mil setecientos veinte pesos dos reales en nueve mil quinientos cuarenta y un
pesos, diferencia notabilísima, la que en realidad es mayor si se considera el
número, y calidad de los alimentos ministrados a los Carolinos. Volviendo
ahora la consideración a solo el Colegio de San Carlos debe tenerse presente
que muy rara vez han llegado los contribuyentes a setenta y cinco, sino que
ha andado este número en aumento, y disminución entre los extraños de cua-
renta a dicho número de setenta y cinco, y como el aumento de diez contribu-
yentes por ejemplo aumenta poco el gasto es notable la disminución de estos
mismos diez. De estas altas y bajas de concurrentes colegiales proviene que en
los años que bajan de sesenta los gastos han sido menores que las entradas, y
que ha sido preciso sobrecargarse de dependencias con los abastecedores. De
aquí también proviene que los Rectores anteriores, y el presente han sacado al-
cances contra el Colegio. Y esto mismo hace ver con claridad que el Real Con-
victorio no quedó suficientemente dotado a pesar del ancho margen que abrió
la liberalidad y beneficencia del Señor Don Carlos Tercero, a pesar del celo, y
eficacia del Señor Amat que miró con predilección este establecimiento, y a
pesar de las buenas disposiciones de los señores que compusieron la Junta de
Aplicaciones, y del que entonces era Director de Temporalidades. Más porque
conspirando a un mismo fin todas las causas quedó el Colegio sin la Dotación
y aplicación competente conforme a la Real orden de veinte y cinco de octubre
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