Page 400 - La Rebelión de Huánuco. Vol 5
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Volumen  5
               Oficios varios ante la Real Audiencia sobre las insurreción de los partidos de Huánuco, Panataguas y Huamalíes
            es la regla infalible, para decidir, la gravedad de la pena, que sirva de satisfac-
            cion a la publica vindicta.
                    Medido por ella el crimen de Jose Rodriguez se conoce sin mucha di-
            ficultad y el no es merecedor de la aserva pena de muerte que Vuestra Alteza
            ha determinado, para que con ella lo espie Jose Rodriguez, es un hombre de
            suma rudeza, como educado desde su infancia, en la agricultura, o travajo de
            chacra, no sabiendo otra cosa, que el grosero trabajo de cultivar el campo, y
            ocupandose tambien, en cobrar las cascarillas de las montañas, a los que de
            cuenta de su patron Don Jose de Vidurrisaga trabajaban en esta operacion en
            los montes de Callutriva sin tratar con las gentes del discernimiento y ilustra-
            cion que hay en Huanuco que es uno de los indios mas breves en instruccion.
                    De aqui es que si al enunciado Jose Rodriguez se le reconose delin-
            quente, su rusticidad, es un pequeño fundamento que puede contribuir para
            la mitigacion de la pena creciendo esta en proporcion de la malicia y adver-
            tencia con que se delinque. Asi es como la eterna sabiduria humana, esculpe
            el leicidio cometido en su adorable persona rogando a su Padre perdone de los
            agrestes de tan cruel proceder representandole que no saben lo que han hecho.
                    Es verdad que Jose Rodriguez en su confesion a fojas en la penultima
            pregunta se le hizo cargo, como sabiendo que levantar las armas contra el Rey
            es delito, grave, lo executo, y que motivo para ello: Respondio que es cierto
            era un delito muy grave, y que el no levantó armas contra el Rey, sino que fue
            violentado de los indios; pero a mas de esta violencia no puede negarse, que
            no conocen su gravedad estas gentes rudas en el ultimo grado de su malicia.
                    Si por esta consideracion debe mitigarse la pena de Jose Rodriguez,
            mucho mas por la seduccion y alguna coaccion, con que se le induxo a la
            sedicion. La primera parte de esta proposicion se demuestra a mi ver hasta la
            condena por el careo de fojas 829 del Quaderno que empiesa con un Decreto
            del Intendente en que dice que haviendo venido de la montaña, Fray Marcos
            Martel le metio la cizaña de que le perseguian, embiendoselo a decir con Nar-
            ciso Ponce, y que quando le vio en persona le contó que los chapetones ivan a
            alsarse para lo que tenian armas juntas en San Francisco, con lo que lo induxo
            a poner unos pasquines, y viendose ya enredado por este medio, y creyendose
            que estaba perdido, no tuvo livertad para retirarse por el evidente peligro etc.
                    Que comprobante mas decisibo, de la seduccion con que ha induci-
            do Jose Rodriguez a mesclarse en la conmocion popular con efecto de el se
            le hace creer que los europeos o chapetones, se ivan a poner en armas, para



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