Page 272 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen  1
                                      Recurso de Baquíjano sobre la nulidad de la designación del doctor Villalta
            de mano del señor secretario. Descubrióse esta maquinación en la persona del
            doctor don José Paredes, a quien se dio el voto poniendo en último lugar el
            nombre del doctor Villalta, para que su adjunto doctor don Ambrosio Cruz
            se cerciorase de que él hacía el sufragio, también por motivo de conciencia se
            me entregó una de las cartillas, que manifesté en claustro pleno el día de la
            elección, según aparece por la certificación del escribano Francisco Luque que
            corre a fojas. De suerte que siendo esta otra causa incontestable de nulidad,
            también lo es para la inhabilidad el voto del ex rector, y aun para proceder
            contra su persona a todo lo demás que haya lugar en derecho.
                    Principalmente, si se atiende a que para poder reunir todas sus mi-
            ras, y designios, eligió por secretario a un familiar dependiente de la casa del
            doctor Villalta que se lisonjea de ser deudo de ella y que es público y notorio
            se ha sostenido siempre con su patrocinio. Este eclesiástico sujeto de las de-
            liberaciones de su benefactor, omitió las cartas de los vocales enfermos en
            rubricarlas y subscribirlas conforme a lo dispuesto en la Constitución 8. título
            4 que pone por forma este requisito hablando especialmente de elección de
            rector. Otro exceso mayor cometió y fue dejar que sufragasen públicamente
            cuatro doctores, cortándoles otros terceros los votos y que algunos lo hiciesen
            fuera de su presencia con doble transgresión a la Constitución citada que es
            prohibitiva de ambos extremos. Estos doctores lo fueron el presbítero don
            Manuel Ron a quien su hermano el doctor Antonio, intimidándolo con el se-
            ñor arzozispo, cortó el voto por su mano. El padre fray Luis Rodríguez por
            quien lo hizo su guardián fray Calixto de Torres. El conde de san Pascual y
            don José Ijar, pues al primero, don Agustín Querejazu fue quien hizo el corte
            y el segundo hallándose bueno y sano en su casa lo condujo el doctor Laur-
            naga con violencia al colegio de santo Toribio de donde es individuo para que
            fingiédose enfermo, y puesto a la cabecera de su cama el vice-rector fuese éste
            el que cortase. El mismo señor secretario ha certificado estos hechos y ellos
            todos bastarían para la nulidad sin concurso de otros ningunos, pero es preci-
            so que produzcan mayor efecto porque excluidos los indicados cuatro votos,
            como notoriamente viciosos quedaron noventa y uno a mi favor en la elección
            y sólo noventa de parte del doctor Villalta que es lo mismo que expresarse
            haber sido yo el mismo legítimo y verdadero rector elegido.
                    Además de los cuatro referidos doctores fueron muchos a quienes obli-
            gó que se supusiesen enfermos estando buenos y sanos para asegurar en sus
            casas el voto, haciéndose no poco escandaloso el hecho de haber estrechado



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