Page 269 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
P. 269
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José Baquíjano y Carrillo
esta nulidad es de la clase de aquellas que no exigen mayor indagación para
convencerse.
¿Pero qué se dirá a presencia de todas las demás que en igual forma
aparecen incontinenti del proceso? fuera de los oficios de los doctores Alva-
rado, Laurnaga, vicario provisor don Francisco de la Concha y del señor don
José Cabeza Enríquez salieron públicamente en solicitud de los vocales los se-
ñores don Hermenegildo Antonio de Querejazu y don Melchor Santiago Con-
cha oidores de esta real Audiencia y tíos del doctor don José Miguel, ejecu-
tando lo mismo sus hijos en los conventos y haciendo los regulares esfuerzos
de que los doctores votasen con ciertas señales como aconteció respecto del
doctor don Antonio Aparicio, y de los doctores Juan Felipe Tudela y don Luis
Herrera a quien don Agustín Querejazu hizo las más eficaces reconvenciones,
ejecutando lo propio el señor don Melchor para su misma persona con los
doctores don José y don Nicolás López y también por medio de sus hijos, que
poniendo por delante el interés del ilustrísimo señor arzobispo, estrecharon
al doctor don Fermín Bermúdez, y se interpusieron con el reverendo padre
Provincial de san Agustín y el misionero fray Sebastián de Larrea para que se
rindiera a los doctores don Cayetano Belón, don José de Irigoyen y otros.
Aun todavía fue más nociva la interferencia del señor don José Cabeza
Enríquez para que impresionado el público de disfrutar un poderoso patro-
cinio y de que se hacía complacencia al señor visitador y superintendente ge-
neral del reino con sufragar al doctor Villalta para la elección de rector fueron
muchos los que se perturbaron con este errado concepto. La rectitud inflexible
y la inviolable imparcialidad del señor Visitador (magistrado en todo integé-
rrimo y cabal) no se indemnizaron por el empeño de hacer rector a don José
Miguel contra los sentimientos y dictámenes de la mayor y más santa parte de
la academia, y es notorio que dicho señor sorprendido del agravio que le hacía
a su respetable nombre llegó a deliberar hacer una pública demostración de su
absoluta indiferencia.
Sin embargo ya el daño estaba inferido y tomadas las medidas que
descubren la esquela y apuntes de que hago presentación con el juramento y
solemnidad necesaria; resolvió el señor don José Cabezas atraer a su partido
a los doctores don Manuel Dávila y don Vicente Morales, pero desconfiando
de que la complacieren se valió de don Fernando Rojas, sobrino de don Rai-
mundo Morales y padrasto del primero, para que viciare su voto cortando
en la cartilla las cédulas que don José Foronda y don Nicolás Sarmiento y
268