Page 192 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Volumen 1
Repercuciones del «Elogio»
el particular antedicho, sino en desacreditar a los administradores de Real
Hacienda, ofreciéndolos castigar en que no faltará quien piense que me com-
prende a mí; pero no me deben coger desprevenido estas ideas: A presencia
de todo este público, en el teatro de la universidad, cuando se recibió en ella
este virrey, y en la oración que se le hizo se pronunciaron por su orador don
José Baquíjano peores cláusulas, ofreciendo que ya este gobernador castigaría
los abusos de los recaudadores de rentas, reglaría sus conductas, y los dere-
chos de los puertos, con otras cosas que no caben en el juicio de quien no las
haya escuchado como yo las escuché desde una tribuna, donde quisieron que
asistiera acaso para oírlo, y llenar mi espíritu de más amargura, y cuya oración
si se imprime como es costumbre y sale según se dijo que ya lo recelo irá a
comprobar con la vista de vuestra excelencia cuanto llevo anunciado.
¡Ah! Señor Excelentísimo, qué convencimiento éste de lo despótico y
absoluto que se hacen en esta distancia unos jefes sin sistema y sin crítica. Y
cómo se les alucina con unas cláusulas que aborrece la verdad.
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FUENTE: A.G.I. Lima, leg. 1,086.
Carta de Areche a Gálvez sobre la intención crítica y política del «Elogio» y su
referencia a cuestiones del momento
Lima, 22 de noviembre de 1781
[Carta] núm. 341.
El visitador y superintendente general de real Hacienda del Perú: re-
mite dos ejemplares del papel seductivo y denigrativo que se ha impreso en
Lima contra todo el Ministerio de América, después de oído en su Universidad
de san Marcos por el Virrey y casi todo el público de ella, el día en que hizo allí la
ceremonia de recibirse; para que su majestad mande que le examine su Supremo
Consejo, y le consulte lo que se deba hacer (Al margen y letra distinta).
Muy venerado señor mío:
En carta n° 326 dejo ofrecido a vuestra excelencia que le remitiría im-
presa la oración que se dijo en esta Universidad de san Marcos el día que se
recibió el virrey en ella, cuya ceremonia se debe abolir, como que es su costo
de 25 a 30 mil pesos inoportunos, e inútiles por el modo feo con que se gastan;
y acabando de salir a la luz pública, incluyo a vuestra excelencia dos ejempla-
res que han venido a mis manos.
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