Page 173 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de José Baquíjano y Carrillo
            aquella queja por injusta, fundase su injusticia en el ningún derecho que tie-
            nen para ser atendidos. Por tanto, mi designio todo se reducirá a hacer ver
            que la desatención a los americanos es puramente ideal, y que nunca ha tenido
            menos fundamento que en el actual ministro.
                    [127] En todos tiempos ha fomentado y prorrumpido esta queja la
            masa de estos reinos. Nada he oído con más frecuencia, desde que me ama-
            neció la luz de la razón, que el fatal destino de los americanos, cuyos talentos,
            por desatendidos o desconocidos, quedan sepultados bajo el polvo de su olvi-
            do y menosprecio. Pero una cosa que, por demasiado oída, se ha presentado
            siempre a mi espíritu, debía disipar tal general preocupación.
                    [128] Yo he notado que de cuantos han ido de esta parte a la Corte
            ninguna ha quedado sin acomodarse a su satisfacción, o bien en aquéllos o en
            estos reinos; y puede ser que el orador limeño sea el único que regresó sin al-
            gún empleo, cuya singularidad no debe hacer ejemplar, por ser bien conocida
            la causa de su repulsa.  Por otra parte, son innumerables los que, desde el des-
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            canso de su casa y sin aventurarse a los riesgos de la navegación, han coronado
            su mérito con los empleos y dignidades que deseaban. Y ¿porque algunos, por
            carecer de medios para exponerse como candidatos ante el Trono que distri-
            buye las gracias, o hacer valer sus méritos en tanta distancia, han gemido en
            la oscuridad de su olvido, se ha de decir que es por un efecto propio de la na-
            cional desgracia, contra la experiencia de la mayor parte de sus compatriotas?
            ¡Oh! ¿y cuántos de los mismos europeos que se presentaron personalmente en
            la Corte, volvieron a su casa al cabo de muchos años y después de haber apu-
            rado el fondo de sus solicitudes, sin otra satisfacción que la de su desengaño?
                    [129] Pasáronse aquellos felices tiempos en que el mérito no buscaba los
            premios de esta vida, sino que era buscado aún en los lugares más secretos en
            que se escondía y retiraba. Mirábanse, entonces, los empleos y dignidades, no

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            45. José de la Riva Agüero, Don José Baquíjano y Carrillo, publ. en el Boletín del Museo Boli-
            variano, año I, Nº 12, Lima, 1929, p. 456, dice al respecto: «Tan buena fama conquistó Baquí-
            jano en Madrid, que se le ofreció colocarlo en las audiencias de Barcelona y Valencia o en las
            de Charcas o Quito. Pero él no quiso nunca emplearse en otra audiencia que no fuera la de
            Lima, y aunque el gobierno español concedía a veces a los criollos plazas togadas en las mis-
            mas provincias de que eran naturales, no lo hacía sin dificultad y repugnancia: se imaginaba
            que el hecho de ser compatriotas en las colonias los gobernantes y los gobernados, constituía
            un peligro para la dominación de la metrópoli. Por esta circunstancia, Baquíjano tuvo que
            volver al Perú sin haber conseguido empleo alguno en propiedad». A esta nota de J.B. Probst
            hay que añadir que Maciel hace referencia en el texto a la expulsión de Madrid ordenada por
            Gálvez a Baquíjano. Véanse los textos de 1774-1776 de esta misma colección, desconocidos
            cuando Riva Agüero escribió esa biografía [Nota del Editor de la primera edición].


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