Page 51 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-1
P. 51

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Guerrillas y montoneras durante la Independencia
            «terror de los españoles», a Quispe Ninavilca como «célebre guerrillero», a
            Villar como «valiente». Evocó el martirio del «indígena del pueblo de Chorri-
            llos José Olaya»; se refirió a la heroína «Andrea Bellido»; y mencionó a los más
            de 250 «indios semisalvajes del interior de la montaña de Jauja» que en 1822
            se adhirieron a la causa patriota. Presentó una lista de las guerrillas, con jefes
            y efectivos, existentes a mediados de 1822 y, entre su vasta documentación,
            dio luz a documentos tales como el cartelón colocado por los realistas sobre el
            cuerpo del comandante guerrillero Velazco, las proclamas y el bando realistas
            del incendio de Cangallo y una proclama de Bruno Terreros. Todo esto, en
            los tres volúmenes de su Historia del Perú Independiente aparecidos de 1868 a
            1874.
                    Dentro de la fecunda década de 1870, Sebastián Lorente, español que
            desarrolló su labor docente e intelectual en el Perú, abordó en su Historia
            del Perú bajo los Borbones (1871) la entusiasta acogida en Huacho al primer
            crucero de Cochrane; el descontento social generalizado en indios, negros,
            mestizos y criollos; el patriotismo del clero y las mujeres; el júbilo de los pa-
            triotas limeños ante el desembarco de San Martín; el apoyo del centro a la
            expedición Arenales; las sublevaciones del norte y Guayaquil; la importancia
            de las guerrillas, con admisión de sus excesos y exaltación de sus virtudes; el
            apoyo de los tacneños a Miller; el júbilo por la entrada de San Martín a Lima
            y la proclamación de la Independencia. Luego, en su Historia del Perú desde la
            proclamación de la independencia (1876), anotó el patriotismo y valor de los
            moqueguanos, los reconocimientos de San Martín y del Congreso a los gue-
            rrilleros, la derrota de los guerrilleros de Huánuco en Tarma, los encuentros
            de los guerrilleros con Canterac en las cercanías de Lima, la derrota del gue-
            rrillero Vivas, el realismo de Corongo, las ejecuciones de Cayetano Quiroz y
            María Parado de Bellido, las atrocidades de Canterac, Carratalá y Lóriga con-
            tra diversos pueblos. También calificó de crueles a guerrilleros patriotas como
            Aldao y Terreros y advirtió que hacia fines de 1822 las guerrillas, por aban-
            dono e indisciplina, estaban «degenerando en montoneras, origen fecundo de
            excesos y descrédito», bien que admitía que con apoyo y dirección «habrían
            prestado una cooperación inapreciable».
                    No puede obviarse a las colecciones de Odriozola, en cuyos Documen-
            tos históricos se aprecia la inclusión de las guerrillas en las negociaciones entre
            La Serna y San Martín, así como decretos del Protector con medidas para
            premiar a las guerrillas y para ponerlas en orden (tomo IV, 1873); las invecti-



                                                50
   46   47   48   49   50   51   52   53   54   55   56