Page 898 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen 7
Causas criminales contra los rebeldes
No resulta otra cosa del proceso contra dicho reo /.6 que el haber ser-
vido al rebelde en un ejercicio tan bajo y ridículo, que demustra claramente lo
que los testigos de la sumaria uniformemente deponen, que es un miserable
enfermo, fatuo e inútil, pues sólo a un sujeto de esta calidad, se le podía haber
destinado a cuidar mulas y caballos, en ocasión de que la audacia y atrevi-
miento vil del dicho rebelde procuraba aumentar sus fuerzas, para invadir a
esta ciudad.
La misma inhabilidad de este reo impidió que el insurgente lo llera e
a expedición alguna, como d ciaran los mismos testigos y que jamás hubiese
tomado arma cualquiera que fuese. Y estos mismos defectos lo absuelven en el
todo de los únicos cargos que se le deben hacer y tienen hechos, de haber sub-
sistido en compañía del rebelde, cuidando caballos y recogiendo los proventos
de los molinos de la hacienda de Tiquiña y no haberse retirado a esta ciudad.
Pues si otros que lograban de robustez, sagacidad y astucia se vieron por una
parte precisados a concurrir en aquellas infames tropas, manejando armas y
otros empleos, sólo por la coacción que les infería el tirano, mandándolo todo
con pena de muerte, que la ponía en ejecución a cada momento; y por otra no
pudieron emprender la fuga por los millares de indios, que estaban puestos en
todos los camino , quienes tenían por gran servicio llevarle al rebelde las cabe-
zas de los fugitivos, cómo este miserable fatuo e inútil podía haber dejado de
subsistir en su compañía, ni como podía haberse huido, cuando tenía consigo
una impotencia, no solo moral sino física? Y más teniendo el ejemplo en su
propio hermano nombrando Andrés Noguera, a quien sin más mérito, que el
de venirse a esta ciudad le quitaron la vida.
Abrazar sin embargo de estas dificultades, el medio de resistir al rebel-
de formal y positivamente, sacrificando su vida, por su ley y Rey, como debía,
podía no solamente una sanidad de espíritu y entendimiento, si también una
particular instrucción en sus obligaciones y una fortaleza, más que ordinaria
de ánimo; cualidades de que carecen los más, principalmente de los que se
crían en el campo como este reo.
Bien presentes tuvo estas poderosas reflexiones el Solicitador Fiscal, y
por eso en la acusación que le pone, dice que el destino que el destino que le
dieron es ciertamente de un hombre inútil, como lo aseguran y le gradúan por
tal los testigos de la sumaria, pues no tuvo intervención en expedición alguna,
ni otro acto positivo qu fuese referente a ella. De todo lo que resulta, que este
reo no tiene delito que exjia, ni aún la arbitraria que pide el Solicitador, antes
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