Page 240 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
P. 240
Volumen 7
Causas criminales contra los rebeldes
no se especializó en los servicios, de tal suerte que los hubiese obligado a los
tiranos para apreciarlo, cuanto porque caso negado que se hubiese particu-
larizado en esto no lo ejecutaría, sino para evitar las mayores penalidades y
trabajos, a que estaba expuesto si de algún modo no los complacía.
Sobre lo tercero, la misma excepción de la coacción y fuerza que pade-
ció, le pone a cubierto. ¿Cómo Mariano Banda podría evadirse de acompañar
al rebelde en la expedición a Piccho, cuando iba en el centro de los enemigos,
guardado y custodiado de ellos? Si los varones más fuertes y robustos, como
los Cisneros, los Molinas, los Figueroas, los La Madrid y otros muchos, no pu-
dieron desviarse y por necesidad de la fuerza asociaron al rebelde hasta Piccho
como Banda, jóven destituido de vigor y fuerza podría /. 49v despertar de su
campo o hacer fuga?
Sobre lo cuarto, los testigos hacen a Banda manifiesta impostura y ca-
lumnia. Banda no fue enviado por Tupa Amaro a esta ciudad, en calidad de
espía o explorador (como temerariamente dicen los testigos) ni entró en ella
por aquella vez. El tomó la fuga para esta ciudad. Como el camino estuviese
lleno de los enemigos, no pudo pasar a ella en derechura, tomó la senda por
la parte de Puquín, entró en sus altos con Don Francisco Sucacahua, que traía
el mismo designio; dificultaron la entrada por estar embarazado el paso con
mucha gente de Chumbivilcas. Así tomaron la derrota por el camino blanco;
allí fueron noticiados por unos arrieros, de que a poca distancia estaban los
soldados de Paruro, matando a cuantos por allá se asomaban. Por esto varia-
ron de rumbo y trataron de partir a Quiquijana, para regresar de allí por el
camino de Urcos a esta ciudad. En Quiquijana, Banda se hizo presente a Don
Pedro Solis, Presbítero, cuñado de Don Francisco Sucacahua y a todos los de
su familia. Al día siguiente ambos a dos dispusieron se escribiese carta a Diego
Tupa Amaro en nombre de Micaela Bastidas, mujer del rebelde, invitándole a
que viniese solamente con Bermúdez a auxiliar a José Tupa Amaro en Piccho,
dejando a los indios en el asedio de Paucartambo, con el fin de que llegados
que fuesen a Quiquijana los apremiasen y trajesen a esta ciudad. De hecho se
escribió la carta por Banda y mientras se esperaba su resulta, estuvo cinco días
escondido, ya en casa de Sucacahua, ya en la de Solis. En este estado el mis-
mo eclesiástico, Don Pedro Solís, dió aviso a Banda, de que José Tupa Amaro
entraba aquel día al pueblo con su ejército y tenía dado orden, para que los in-
dios matasen a todos los españoles y que así tratase de retirarse al cerro. Banda
lo ejecutó así, conducido de un criado de Don Pedro Solís. Habiendo recono-
239