Page 194 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
            no puede dar razón, porque no sabe a quienes pertenecían y que si sabe que en
            muchos de ellos hallaron tejos de oro, muchos vestidos y otras especies curio-
            sas, con todo lo cual se quedaba el rebelde, lo tiene en su poder y está usando
            de los vestidos, él, sus hijos, mujer y familia. Que de las haciendas pertene-
            cientes a varios individuos de la Provincia de Lampa, Carabaya y Azángaro y
            especial y señaladamente de las que tiene en arrendamiento Don Luis de To-
            var, en dicha Provincia de Lampa y son propias de las Monjas Carmelitas de
            esta ciudad, mandaba arrear mucho número de ganado, así vacuno, como
            ovejuno, para la mantención de todos los indios y españoles que tenía convo-
            cados a su favor, lo que no sucedía tan solo en los ganados, sino también con
            los granos, coca y chalona que en ellas encontraba, pues todo lo hacía condu-
            cir a su consignación para el efecto dicho. Que la causa de haberse señalado
            odiosamente con las haciendas que tenía en arrendamiento el referido Tovar
            de dichas monjas, fue /. 17v porque aquel se había ofrecido a mantener qui-
            nientos soldados a favor de nuestro Católico Monarca, a cuyo fin tenía ya
            dispuesto bastantes bastimientos que tenía ya acopiado en la hacienda de
            Queque, con el que también cargó dicho rebelde. Que cuando el confesante
            llegó a dicho Tungasuca, había ya expedido o librado cedulones de excomu-
            nión mayor contra el rebelde y los que le acompañaban el Ilustrísimo Señor
            Obispo de esta Diócesis y fijado uno de ellos en la puerta de la iglesia, toman-
            do noticia de ello la mujer de Tupa Amaro, rebelde que se hallaba ausente este
            mandó dicha su mujer que lo quitasen y rompiesen y pusiesen otro edicto de
            los que ella acostumbraba, lo que oyó decir a la misma mujer y vecindario de
            aquel pueblo el confesante. Que con motivo de la excomunión el teniente de
            Cura, mandó cerrar las puertas de dicha iglesia y la enunciada mujer de Tupa
            Amaro, le requirió con varias amenazas a fin de que abriera la iglesia y cele-
            brara el santo sacrificio de la misa, lo que ejecutó dicho teniente de Cura al día
            siguiente del requerimiento. Que dicha mujer cuando se le impartió, de que a
            su primo hermano nombrado Simón Noguera que había ido con edictos para
            la Provincia de Lampa, en aquel pueblo lo habían aprehendido y ahorcado,
            empezó a hacer mucho llanto y tomó la determinación de ahorcar a cuantos
            tenía presos en su casa, pues a no haber llegado a este tiempo /. 18 su marido
            el rebelde lo hubiera ejecutado, porque llegando el día de Navidad se determi-
            nó aquel a condonarles la pena que la mujer les tenía preparado y dicho Tupa
            Amaro les mandó quitar las prisiones con que estaban. Que estando siguiendo
            su camino para esta ciudad dicho rebelde con sus tropas en la segunda pasea-



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