Page 192 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen 7
Causas criminales contra los rebeldes
en el día que tomó la noticia Tupa Amaro, comisionó a dos sujetos que lo son
Felipe Bermúdez, su escribiente, y Ramón Ponce, vecino de Layo, para que
fuesen a dicho pueblo en compañía de otros varios y apresen al Cura y su Ayu-
dante y los condujesen al expresado pueblo de Tungasuca, para cuyo efecto
llevaron dos pares de grillos, porque la orden que dió fue de que a dichos sa-
cerdotes los trajesen amarrados y con su par de grillos, extendiéndose ésta a
que si en otros curatos hubiesen predicado los curas o sus ayudantes contra él,
también se los llevasen bien amarrados. Que dichos comisionados llevaron
unos carteles, los que tenían orden de fijarlos en los lugares donde se habían
fijado las excomuniones y que éstas se rompiesen y el con /. 15v tenido de di-
chos carteles era decirles a los indios que al sacerdote que predicase contra él
lo apresasen y se lo llevasen preso, que él les sabría premiar, que no creyesen
en ninguna cosa que ellos les amonestasen y que sólo estuviesen prontos para
el día que él los enviase a llamar para seguir su derrota; y dichos comisionados
se volvieron sin traer a ninguno preso, porque habían huido y el deseo que
tenía el rebelde si acaso hubiese logrado se los llevasen, era hacerlos predicar
lo contrario de lo que habían amonestado a los indios cristianamente. Que el
uno había de echar su sermón por la mañana y el otro par la tarde, puestos en
un balconsito de su casa, que cae a la plaza del citado pueblo de Tungasuca, y
que todos sus indios habían de estar en ella oyendo dichos sermones. Que los
indios del pueblo de Quiquijana, en ausencia de Tupa Amaro, fueron a dar
queja a la mujer de éste, sobre que varios pasaban para esta ciudad del Cuzco,
trayendo cartas en contra de ellos y que habían salido a alcanzar a un clérigo
Don fulano Bernedo al camino, porque se habían noticiado de que este llevaba
varios papeles, que lo quisieron llevar preso y se resistio; que no lo mataron
por ser sacerdote, pero que si lo maltrataron y le perdieron el respeto; dada
que fue por dichos indios esta noticia, expidió su mujer varias providencias a
fin de que desbaratasen los caminos de la quebrada y que todos los malos pa-
sos los pusiesen en peor estado /. 16 y que pusiesen unas piedras grandes, para
que cuando pasasen los soldados de esta ciudad para allá, se las soltasen y los
matasen. Que otro puentecillo que decían varios había por donde pudiesen
regresar de esta a aquella la cortasen y en ambos caminos se pusiesen los de
aquel pueblo de centinelas con orden de que si algún seglar pretendiese pasar
por allí para esta ciudad lo matasen y si fuese sacerdote se lo llevasen preso.
Que en todos los caminos ponía bastante número de centinelas de indios, para
que éstos estuviesen al reparo de los que transitaban por ellos para llevarselos
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