Page 268 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
Causas criminales seguidas contra los rebeldes
que después de preso escribió en el campo de Tinta y están desde fojas 14
hasta fojas 19 en el proceso, en que manda a sus jueces, comisionados, coro-
neles, capitanes y demás jefes de su dominio, que sin moción alguna se retiren
a sus moradas y se aquieten. Y así es visto hallarse convicto del delito de lesa
majestad, por el cual debe ser condenado a muerte infame de horca aunque
sea hidalgo y noble, porque en casos de esta naturaleza el privilegio que podía
tener lo pierde, como todos sus bienes, aunque tenga·hijos, por quedar infa-
mes e inhábiles para la herencia y sucesión, como lo resuelve la ley 2 título 2,
partida 6, y lo sienten sus posofadores. Debe también para perpétua infamia
y memoria del delincuente, arruinarse y demolerse las casas de su habitación,
y nunca reedificarse, así como al que ha cometido el delito de herejía, por mi-
nisterio de la ley 4 título 2, partida 7 y por el de la ley 6 título 2, partida l.
Sin duda, estas penas establecidas a los criminosos de lesa majestad, fue-
ron con respecto sólo a los que incurriesen en alguna de las especies de este de-
lito, y se numeran por las leyes y sus expositores; pero si en alguno, como en el
presente reo, concurriese tanta atrocidad y cúmulo de delitos, pues apenas se ex-
ceptúan pocos de los de menor consecuencia en que no esté incurso, parece no
habría pena condigna ni equivalente en que poder condenarlo, pues si se atiende
con prolijidad, así por la notoriedad de los hechos como por lo que de los autos
consta, se verá que además de el de parricidio y alevosía que llevo expuestos an-
tecedentemente, el de lesa majestad que ha cometido se halla revestido de tales
circunstancias que lo agravan en superlativo grado, porque al haber seducido y
alborotado muchos pueblos, opuéstose con armas a las del Rey Nuestro Señor,
negado la obediencia a los jueces de legítima jurisdicción y abrogádose a sí toda
cuanta su malicia ha meditado: se agregan las fatales y lamentables consecuencias
que han resultado contra la religión, contra el estado y contra el público. Por su
causa se han visto profanados los templos, despreciádose las censuras eclesiásticas;
ha hecho celebrar el tremendo sacrificio de la misa a presbíteros irregulares, y que
asistan a ella los públicamente excomulgados. En las irrupciones y batallas que él
y sus aliados han presentado a los fieles vasallos, se calcula sin ponderación que
los muertos pasan de diez mil, entre españoles, mestizos e indios, de que se ha
originado notable detrimento al real interés por la decadencia que precisamente
han de tener los tributos, a lo que debe agregarse los crecidos gastos que el erario
ha emprendido en la manutención y socorro de tropas, y lo que se ha de consumir
hasta conseguir la entera pacificación del reino, cuyo alboroto ha sido casi general,
como lo persuaden las contestes noticias que se han comunicado de las provincias
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