Page 256 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Volumen 6
                                                         Causas criminales seguidas contra los rebeldes
            es hacer un gran servicio a la corona, matando nosotros a los corregidores y
            sus secuaces hacemos grande servicio a Su Majestad y somos dignos de pre-
            mio y correspondencia, mas como ellos con sus cavilaciones y empeños figu-
            ran las cosas a su paladar, siempre nos hacen dignos de castigo. Es de adivinar
            que los dichos corregidores estén hechos un Marte, contra nosotros y es por-
            que no conocen el beneficio que se les ha hecho en librarlos de las puertas del
            infierno, que es la ocasión próxima en que estaban, y ponerlos en carrera de
            salvación; con privarles de los cargos de conciencia que hubieran tenido en su
            ejercicio, pues nada de este mundo les aprovecharía cuando lo mejor perdían,
            que es la salvación de sus almas, y .todos los días también doy gracias a Dios
            de que infinitas personas han salido de su mal estado, de que estaban llenas las
            ciudades. El Todopoderoso será adorado y de sus fieles conocido. (Atrás).
                    No puedo dejar de informar a vuestra señoría, de paso, otro mal de
            que adolece el reino, y es que la disipación de los templos en su aliño, menos-
            cabo en sus rentas, nace del total descuido de los señores curas, de suerte que
            ver un ministro de la iglesia en el altar causa grima por estar tan desgreñadas
            las vestiduras sagradas, para esto que es obvenciones el cogerse las rentas de
            las iglesias, hacer comercio de ellas; tiene particular gracia porque cede todo,
            para el fausto, pompa y vanidad mundana. Sus casas parroquiales, aderezos
            de mulas y pertrechos de su servicio y otros servicios están cubiertos, con las
            mejores tapicerías, espejos, repisas y marquería a todo costo, y en los templos
            divinos trapos y andrajos; yo dijera que mejor fuera la casa del cura la iglesia
            y la iglesia la casa del cura, que quizá por ver aquel desaliño y asqueo, tuviera
            algún cuidado en repararla. También veo que muchos omiten los cargos de su
            obligación, pareciéndoles que satisfacen por terceras personas, cuando es evi-
            dente que el pastor propio cuida más bien de sus ovejas que los extraños. Mu-
            chos de estos señores, no saben la lengua de la tierra porque no se aplican para
            aprenderla, pero no sé como cumplen con su obligación, pues la experiencia
            nos demuestra que muchos adultos o adultas, de veinte y más años, no saben
            ni el persignarse; y como se criaron sin los rudimentos de la fe, en ese estado se
            envejecen y por no saber lo preciso para salvarse se condenan; yo atribuyera, tal
            vez temerariamente, a la poca suficiencia de sus mercedes, mas creo que todo
            es [tarjado: atribuyo a la] permisión divina, que así les convendrá.
                    Muchos indios no tienen con que casarse, y por decir que son solteros
            no pagan el tributo entero, y muchas veces nada, y con este pretexto viven a
            la ley de su agrado [tarjado: que quieren] poniendo en riesgo su salvación



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