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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
de los curas quede incongruo y lo principal que los parroquianos oportuna y
prontamente asistidos en la doctrina y administracion de sacramentos, dando
al dicho Comisionado los auxilios que pidiese como está prevenido; lo que
espero execute usted como tan celoso del real servicio y que la diligencia que
practicase la haga constar a continuacion de este oficio. Nuestro Señor guarde
a usted muchos años.— Pucara y septiembre veinte y nueve de mil setecientos
setenta y nueve.— Juan Manuel Obispo del Cuzco.—
(Al margen: Nota sobre igual oficio a otros corregidores).
De igual tenor se escrivieron los otros oficios a los corregidores de las
provincias de Lampa, Carabaya, Quispicanchi y Paruro etcetera.— Una rubrica.
(Al margen: Quince. Auto sobre la pronta administracion de sacra-
mentos a los enfermos y que estos no sean traidos de sus casas para el efecto).
Nos el Doctor Don Juan Manuel de Moscoso y Peralta por la gracia
de Dios y de la Santa Sede Apostolica, Obispo del Cuzco, del Consejo de Su
Magestad etcetera.— Teniendo consideracion que es una de las principales
obligaciones del ministerio de parrocos la puntual asistencia a los enfermos
en la administracion de los santos sacramentos como que pende de ella nada
menos que la salvacion de las almas y que por la menor morosidad en su
cumplimiento, sobre el gravissimo reato de culpa mortal se hacen inescusa-
bles ante el tribunal de la justicia divina si fue efecto de su negligencia que
se perdiese alguna alma. Por tanto excitados de nuestro pastoral oficio y que
en una materia de suio de tanta gravedad se ponga la mas diligente solicitud,
ni haya en ello el menor descuido, deviamos mandar y mandamos celen con
vigilante esmero este punto los parrocos en la manera que con ningun color
ni pretexto se contrabenga a él y para precaver todo efugio y haya al mismo
tiempo una como regla fixa en lo concerniente a esta parte mandamos asi-
mismo; que siempre que llamen a confesion o de qualquiera modo se tenga
noticia de algun enfermo que esté en necesidad de este auxilio al momento el
propio parroco o su lugar teniente acuda a socorrerlo insinuandose con los
que dieron abiso o pidieron la confesion en tal forma que no les manifiesten la
menor displicencia aun siendo el recurso en horas y ocasiones que les traygan
incomodidad por notable que sea antes si acariciandolos mayormente si son
yndios y tratandolos con tal suavidad que estos tales en vez de intimidarse
y concevir horror por su oficiosidad como acontece quando los reciven con
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