Page 552 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
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            algun espiritu lograron aprisionar los 8 referidos de los que pasé por las armas 4
            de los mas culpados.
                    De este pasé al de Yanabaya que no es ni ha sido una estancia adonde
            trasladaron los yndios al cura, incendiando el verdadero pueblo de su residen-
            cia, y la de los españoles. Al acercarme a este, en sus inmediaciones aprisionaron
            un yndio a quien acusaban haver dicho Misa, y que era como Capellan de los
            Rebeldes, quien preguntado sobre el hecho lo confirmó con su confesion, pero
            agregando que siendo las palabras de Dios tan Santas y buenas no concebian
            delito en haver dado Misa, y posehido de esta idea se ratificó en su confesion,
            añadiendo que siempre y quando le piden Misa la dá a todas horas, cantadas o
            resadas. No he podido formar juicio cabal de este yndio respecto a que se ex-
            plica como insensato articulando una multitud de terminos que son estraños a
            quantos idiomas se poseen en este Reyno, y se mantiene hablando (si lo dexan)
            todo el tiempo que quiere. Pero haciendome cargo de que los Rebeldes se valen
            de qualquiera motivo de estos para inducir por su medio a seguir la seduccion
            actual a los demas, tuve a bien quitarlo del medio, y traerlo conmigo.
                    El dia 27 entré ultimamente al Pueblo de Yanabaya, haviendo el dia an-
            tes ofrecido a los yndios por medio de su Cura no inferirles perjuicio alguno con
            tal que me manifestasen a los que secretamente los seducian y me entregasen a
            Calisaya, y sus sequaces. Ellos se comprometieron a cumplir todo, y asi reunidos
            con los demas y muchos españoles de la Provincia ingresaron a la reduccion de
            Consata y Pilcopata no sin bastante empeño. El comando de todos los yndios lo
            puse a cargo de Juan de Dios Ticona, yndio bien activo y eficaz. El de los espa-
            ñoles haviendo reconocido que ninguno de ellos era bueno para soldado, y que
            todos querian ser comandantes, concebí mas oportuno embiarlos unicamente a
            hacer bulto encomendando al Padre Domingo (que antes hemos dicho) la suje-
            ción de ellos. Para este efecto les di 8 fusiles, 200 cartuchos y algunas piedras de
            Chispa.
                    La Expedicion consiguió todo el exsito que se deseaba, porque Calisaya
            con la noticia de que nuestras tropas se acercaban acia aquella parte, burló a sus
            principales Aliados, prometiendo ir a sacar en su auxilio a los yndios infieles de
            los Pueblos que estan al cargo de los Padres Agustinos; pero estos que nunca
            permitieron mezclarse a los suyos en esta sedicion estuvieron a la mira para
            apoderarse de su persona inmediatamente que se acercase. Efectivamente luego
            que llegó Calisaya huyendo de caer en nuestras manos, le mandaron ahorcar,
            cuya noticia que se divulgó bien presto no desmayó a sus sequaces.



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