Page 744 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
Ariguaca no fué á Aullagas, sino á la Punilla: allí entró con toda la gente de
Moromoro, pues aunque pudieran haber ido otros al cuidado de ella, él era el
principal que los comandaba, y se mantuvo en el sitio, hasta que un clérigo y
un religioso fueron a publicar las paces.) Que sobre los papeles y plata tomada
en el saco de Aullagas, quien podrá dar razon es su hermano Nicolas y Sebas-
tian Colque de Macha, en cuyo poder están dos libros de cuentas, y este repar-
tió la plata labrada y selladá, sin que le hubiese tocado alguna al confesante,
porque estaba ausente: pero que de los 5,000 pesos de la remesa de Potosi le
dieron 300, y con ellos pagó á Amaral 60, que le debia su hermano Tomas, y
el resto se ha entregado por él mismo á los indios de Pocoata, para gastos de
conducción á esta real cárcel. A su hermano Nicolas le dieron 100 pesos, y el
residuo de los 5,000 pesos se prorateó con todos los que asistieron al avance.
Preguntado: ¿si conoce á D. Fernando Carrasco, si ha sido escribiente
de su hermano, si ha hablado algunas cosas en contra de la quietud pública,
y dádole consejos de que mate y degüelle á la gente blanca, en particular á los
chapetones, ofreciéndose por su defensor, con lo demás que tenga que expo-
ner sobre el trato, vida, costumbres y egercicio del citado Carrasco? -Dijo:
que le conoce, con el motivo de haver ido por tres veces á su casa en solicitud
de cebada: que su residencia regular es en lo de Amaral, y en lo del clérigo D.
Agustin Arzadum. Que ignora el oficio ó egercicio que tiene, como tambien
su naturaleza, y le parece puede ser chapeton. Que en las tres veces que fué
á visitarle ofreció ser su capitan y amanuense, como lo habia solicitado en
tiempo de su hermano Tomas, antes que Serrano, y por chismes le desechó,
y se introdujo el otro. A que le respondió el confesante: ¿Si serás mi capitan?,
como haciéndole burla; y a la oferta de ser su amanuense, le dijo «Nó, que
me podrás vender como Serrano á mi hermano» Que tambien se ofreció ser
su defensor, y no sabe si tantas espresiones las vertia de miedo, porque en las
tres ocasiones que le visitó, intentaron los indios prenderle, y el confesante le
defendió diciendo: Este pobre á nadie hace daño.
Preguntado: ¿si á mas del antecedente ha tenido á su lado otra alguna
persona español ó mestizo, que le haya dado malos consejos para que lleve
adelante las hostilidades que ha cometido, y si hay mas cabezas de motin fuera
de los Cataris, así en la provincia de Chayanta como en otras; quien los in-
fluye, donde viven, y si de esta ciudad tenian cartas ó aviso cuando estaba
en la Punilla, ó si él pasó á ella de noche aconsejado de algunos? -Dijo: que
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