Page 604 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
                                                                         Inicio de la rebelión
            original que le incluye y que se fijen en los pueblos y puertas de iglesia, y que
            para esta diligencia haga llamar a un pariente suyo que tiene en esta provincia,
            llamado Don Esteban Zuñiga y que es sujeto que lo desempeñará bien por ser
            de su casa.— Asimismo, se leyó el papel de la comisión que le dá a dicho caci-
            que, Don Diego Chuquiguanca, el dicho José Tupa Amaro con la misma fecha
            de quince de este mes en que expresa que se le dá por tenerle el Rey mandado
            proceda extraordinariamente contra varios corregidores y sus tenientes, por
            justas causas que por ahora reserva. Y que hallándose comprehendidos en la
            misma real orden los de las provincias de Azángaro y Carabaya como sus te-
            nientes y que no pudiendo él practicar estas diligencias tan reencargadas por la
            piedad del Rey, por tener otras entre manos que piden su personal asistencia,
            para que tenga su debido efecto le de esta comision al dicho cacique Chuqui-
            guanca, que aprehenda con el mayor sigilo y cautela a dichos dos corregidores
            y sus tenientes, convocando para el efecto la soldadezca e indios de ambas
            provincias, manteniendo a los reos en segura prisión con guardias de vista,
            negándoles toda comunicación hasta que otra cosa se resuelva, etc.— El edicto
            se reduce a mandar como si fuera Rey absoluto y como indio de la sangre real
            de los incas y principal tronco que hace saber a todos los vecinos, moradores,
            estantes y habitantes de esta provincia de Azángaro y sus inmediaciones como
            le han repetido clamores los naturales de esta provincia, de los agravios que
            se les infieren por varias personas como por los corregidores europeos y que,
            aunque habían producido varias quejas justas a todos los tribunales no halla-
            ban remedio oportuno, etcétera. Y que no presten obediencia ni auxilio a los
            jueces para efecto de sorprenderlos, ni a sus allegados, porque en este caso
            experimentarían sus habitadores todo rigor y otras circunstancias y también
            tiene fecha de quince de este mismo mes. Y otro igual edicto se vio que trata
            para con la provincia de Carabaya; igualmente se reconocieron tres cartas que
            con separación trajo el mismo cañari escritas en el mismo día por Don Pedro
            de la Ballina, europeo, coronel de milicias españoles de esta provincia, en que
            dice que yendo a la ciudad del Cuzco, lo prendieron y lo condujeron al dicho
            pueblo de Tungasuca, le preguntaron si era chapetón y conociendo la sedición
            respondió que era limeño y yerno de Don Diego Chuquiguanca, Cacique de
            esta capital; con cuya defensa parece suspendieron ahorcarlo y que prometió
            justificarlo y para ello le hicieron escribir dichas cartas; así a dicho cacique
            como a sus hijos para que respondiesen que eran ciertos los dichos dos puntos
            para libertarse de la prisión en que se hallaba. Júntese estos documentos a los



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