Page 450 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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            a vuesa paternidad reverenda muchos años. Cuzco, diciembre treintiuno de
            mil setecientos ochenta.— Juan Manuel, Obispo del Cuzco.— Por mandado
            de Su Ilustrísima, el Obispo, mi Señor.— Doctor José Domingo de Frías.—
            Secretario.
                    (Al margen: Nota).
                    Que con la misma fecha se expidieron otros ejemplares de este tenor
            a las demás religiones, monasterios y beaterios de que doy fe.— Doctor José
            Domingo de Frías.— Secretario.


                    (Al margen: Otra).
                    Madre Priora de Santa Teresa.— Con esta fecha tengo dispuesto vayan
            los religiosos de Nuestra Señora de la Merced a custodiar ese monasterio y
            su iglesia, cuando llegue el caso de temer alguna irrupción del rebelde Tupa
            Amaro, cuya señal se hará con cinco golpes de la campana grande de nuestra
            catedral para no permitir entrar en la clausura algunas gentes o salgan de ellas
            las que están dentro, sino es con licencia nuestra por escrito. Y dichos religio-
            sos dormirán parte en la iglesia y parte en el locutorio, quedando algunos fue-
            ra de guarda en forma de centinela, lo que prevengo a vuestra reverencia para
            su inteligencia y espero doble esa santa comunidad las oraciones, para que
            logren nuestras armas desbaratar los designios de este pedido traidor. Nuestro
            Señor guarde a vuestra reverencia muchos años. Cuzco, diciembre treintiuno
            de setecientos ochenta.— Juan Manuel, Obispo del Cuzco.— Doctor José Do-
            mingo de Frías.— Secretario.

                    (Al margen: Respuesta al cura de Anta).
                    A esta hora, que son las ocho de la mañana, recibo la de vuestra mer-
            ced, con fecha de ayer, en que me participa la bella disposición en que se halla
            esa gente, lo que me llena de consuelo como lo he tenido con la acción gloriosa
            de nuestras armas en el pueblo de Yucai. Contemplo al señor Avilés con la
            tropa de Lima en esas inmediaciones. Y porque importa mucho al servicio de
            Dios y del Rey se ponga cuanto antes esa capital, le dirigo la inclusa, que sin
            pérdida de un momento se la pasará vuestra merced con un expreso diligen-
            te, a fin de que llegue a sus manos en breves horas. A este intento concurrirá
            vuestra merced con todos los arbitrios, fuerzas y gente y lo mismo provendrá
            de mi orden al cura de Suriti y ambos procurarán se le comboye con toda la
            dicha gente, si el dicho señor Avilés lo pidiere o tuviere por conveniente, no



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