Page 448 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen 3
Inicio de la rebelión
que les den otro castigo penal de obrajes o cárceles, pues, por nosotros bajaron
de los cerros pudiendo huir como los otros, sus compañeros. Mañana sábado,
pasamos hasta Calca y Pisac para quitar en él todo esta gente perturbadora del
sosiego de estos pueblos. Vuestra señoría ilustrísima nos ayude con sus santas
oraciones, para que logremos lo que deseamos, pues no es poco servicio el que
hacemos a Dios y el Rey nuestro Señor, los curas de esta provincia, defendien-
do toda esta quebrada que ya la iban a entregar de cobardía a los enemigos,
cortando el puente. De Suriti y Guarocondo, los curas nos han ofrecido des-
pacharnos mañana toda su feligresía y con este esfuerzo más espero en Dios y
en María Santísima se acabará esta mala semilla por lo que hace a esta carrera.
Dios nuestro Señor guarde la importante vida de vuestra señoría ilustrísima
por muchos y felices años como deseo, para consuelo de toda su Iglesia y mío.
Urubamba y diciembre veintinueve de setecientos ochenta. Está a los pies de
vuestra señoría ilustrísima su más rendido siervo y humilde capellán.— Ma-
nuel Gayoso.
(Al margen: Otra del cura de Anta).
Ilustrísimo señor: Por la que recibí de su señoría ilustrísima, fecha
veintiocho del corriente, congregué toda la gente de feligresía, la que queda
acuartelada y pronta para ejecutar la expedición que su señoría Ilustrísima or-
dena se proporcione. Con tal felicidad que no ha quedado uno de los feligreses
que no haya avenido gustoso a la exortación que se les hizo, manifestándoles
lo mucho que se merecía sirviendo fielmente a su Majestad y con el empleo
honorífico que la Junta ha hecho al cacique y gobernador de Chinchero don
Matías Pumacahua (del que los he hecho sabedores) se han esforzado, de ma-
nera que de las tres doctrinas se juzga se han congregado dos mil quinientos
indios, más o menos, lo que no dudo desempeñarán los justos órdenes de su
señoría Ilustrísima a su satisfacción.— No puedo menos que impartir la nue-
va que aquí ha traído el licenciado don Miguel Perales, quien dice presenció
un combate en Yucai y sus inmediaciones, donde perecieron muchos de los
rebeldes y de los que quedaron hicieron presa y pidieron favor, disculpando
su maldad con decir sólo habían venido estimulados de sus caciques. Estos
quedan en la recolección de Urubamba y los que huyeron para Calca, que se
hace juicio sean no más de treinta, van acosándolos en su seguimiento. Con
esto puede su señoría ilustrísima ordenar lo que más conveniente le parezca,
pues yo sólo propendo ejecutarme en cuanto fuere útil a su servicio. Rogando
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