Page 73 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    Es, sin duda, una gravísima falsedad; no se manifestarán autos, providen-
            cias del Superior Gobierno de esta Real Audiencia, ni de otro algún tribunal en
            que se trate de esta Real Cédula librada a favor del tal Don Juan Tito Túpac Amaro.
            Sólo tuvo su principio desde Doña Manuela, que se titulaba Túpac Amaro, madre
            de Don Diego Betancur; pero aun ella, en aquel tiempo, tiró la piedra y escondió
            la mano, porque como le acusaba la conciencia, y era género de contrabando esa
            falsa Real Cédula, no hizo más que citarla en los recursos que hizo a este Superior
            Gobierno como va referido; y así los Señores Fiscales, a quienes se les dió vista,
            sólo pidieron que se le guardasen los privilegios, que se les hubiesen concedido
            a sus mayores, adquiriendo el informe del Corregidor del Cuzco, que como no
            era letrado, no pudo advertir las calidades que debe tener un instrumento para
            hacer fe.
                    No es creíble, pues, que ese Don Juan Tito Túpac Amaro, ese Don Blas y
            ese Don Lucas que son los ascendientes que se adjudica Doña Manuela, dejaran
            de ostentar estos privilegios, y de manifestar este Real Rescripto para que se obe-
            deciese, para que se hiciese guardar y cumplir, para que se les hiciese merced de
            tierras como a descendientes del Inca, para calificar su ilustre cuna y conservarla
            con notoriedad, o a lo menos para que los hermanos de Doña Manuela no fuesen
            tributarios, como lo fueron, y se manifiesta del auto del Corregidor Balvín, en que
            los declara por nobles descendientes del Inca; todo ésto es repugnante, incompa-
            tible e inverosímil con dicha Real Cédula; luego ella es falsa.
                    De otra suerte se hubiera hecho pública, como se hizo desde su principio
            y desde su origen la de Don Alonso Tito Atauchi, tanto que pudo llegar a las ma-
            nos de Doña Manuela, para que la acomodase a un ente ficto, a un Don Juan Tito
            Túpac Amaro, que no existió jamás. Aún permitido y no concedido, que hubiese
            habido ese Don Juan Tito Túpac Amaro, ¿dónde está calificado que Doña Manue-
            la, madre de Don Diego Betancur, sea descendiente de ese Don Juan Tito Túpac
            Amaro? ¿Consta en ese cúmulo de instrumentos, que ha presentado el apoderado
            y protector, Don José Vicente, que Doña Manuela sea descendiente de Don Juan
            Tito? De ninguna manera; porque aún en la falsa información que dió el año de
            (mil) seiscientos ochenta y tres, no pudieron pasar los testigos del atolladero de
            Don Blas Túpac Amaro, pues siendo éste hijo de Don Diego Felipe Condorcan-
            que y de la Coya Doña Juana Pilcohuaco, no lo pudieron hacer de ese Don Juan
            Tito Túpac Amaro, que ni conocieron ni pudieron conocer. Con que aún en esta
            hipótesis, ni Doña Manuela ni su hijo Don Diego han probado ser descendientes
            de dicho Don Juan Tito Túpac Amaro.



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