Page 242 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II

Volumen 2
Antecedentes
la forma expresada y así lo proveyó y firmó de que doy fe.— Fernando Inclán
y Valdes.— Ante mí.— Juan Bautista Gamarra, Escribano de Su Majestad, Pú-
blico y Cabildo.

(Al margen: Copia)
Señor General Don Fernando Inclán y Valdes, Corregidor del Cuzco.-
Muy Señor mío. Hace diez y siete días que me hallo postrado en esta cama e
imposibilitado de poder desempeñar las funciones de mi empleo de Adminis-
trador de Correos de esta ciudad.— Las Reales Ordenanzas de esta renta de mi
cargo las tiene Vuexamerced, no solo reconocidas, sino también obedecidos
por dos años seguidos en que tiene mandado según el tenor de ellas sean exhi-
bidos todos los empleados de la jurisdicción ordinaria, en lo civil y criminal,
y libres de toda carga concejil. Con el motivo de la sublevación que amena-
za a esta ciudad y sus ministros reales me ha extraído Vuexamerced de esta
Administración a todos los dependientes para hacer guardias en ese cabildo
y también a los no dependientes que viven en esta casa en grave perjuicio y
riesgo de la Real Hacienda que administro.— Para custodiar ésta, los papeles
y libros reales desde el primer movimiento se están haciendo guardias todas
las noches con el Sargento Mayor Don Francisco Laisequilla (que vive en casa)
mi oficial segundo, correo del Número y dos forasteros huéspedes que he teni-
do, los que igualmente fueron llevados a la guardia de ese cabildo.— La fatiga
de hacer guardia en esa alternativamente y diaria en esta administración ya
se ve que es insuperable y que no habrá naturaleza que la sufra por dilatado
tiempo.— Aunque la gran guardia estará al reparo de cualesquier irrupción
que sobrevenga a toda adminstración del Rey, pero estas deben ser perma-
nente custodiadas para hacer la rigurosa defensa, interin se pasa la noticia a la
guardia principal del cabildo, pues de lo contrario, cuando esta llegase ya es-
tarían saqueadas las administraciones y reducidos los libros y papeles a ceni-
zas, según que estamos amenazados.— Tengo noticia que el Administrador de
tabacos pidió a Vuexamerced por un oficio cierto número de armas para cus-
todiar aquella de su cargo y que no se lo concedieron.— Por esta razón omito
cansar la atención de Vuexamerced sobre este punto, quedando advertido de
comprar de mi peculio las armas necesarias, para la defensa provisional de
esta administración, en el número que baste, respecto de los sujetos que viven
de puertas adentro de ella y para el oficial mayor que vive fuera.— Enterado
Vuexamerced de todo lo arriba expuesto, espero de su notoria justificación, se

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