Page 648 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
                                                                          La verdad desnuda


                                            Apéndice XI


                    «Señor Visitador y Superintendente General.-He solicitado varias ve-
            ces audiencia de Vuestra Señoría, así para entregarle el adjunto con la reserva
            que se merece, como para informarle de mi Justicia y otros asuntos; pero no
            habiendo podido conseguir esta satisfacción por las muchas ocupaciones que
            a Vuestra Señoría le rodean, me veo precisado a dirigírsele acompañado de
            esta reverente representación, a fin de que se sirva decretarlo con la justifica-
            ción que acostumbra».
                    «La superior inteligencia de Vuestra Señoría no necesita que yo le pon-
            dere la injuria que me irrogó este Ilustrísimo Señor Obispo en el Superior Go-
            bierno, acusándome de traidor, por que sólo la lectura del escrito que presen-
            tó, convence que es de las más atroces; ni tampoco la necesidad que tengo de
            defenderme de una acusación tan criminal, porque nadie sabe como Vuestra
            Señoría que, en obsequio de la honra, se debe sacrificar hasta la misma vida.
            Mas no obstante permítame Vuestra Señoría le diga que, aunque parece que
            el principal asunto que me ha hecho venir de Lima a esta Ciudad es el recobro
            de los bienes de mi difunto tío Don Antonio de Arriaga, no ha sido cierta-
            mente otro que la vindicación de mi honor, denigrado públicamente por Su
            Ilustrísima de un modo que si yo abandonara la defensa, en circuntancias tan
            críticas como las presentes, quedaría, sino con la nota más infame a lo menos
            problemática mi reputación, y consiguientemente incapaz de obtener ninguna
            confianza entre los hombres».
                    «Yo tengo, Señor, comprobantes bien auténticos no sólo de haber ob-
            servado siempre una arreglada conducta, y la fidelidad que demanda el va-
            sallaje, sino también de haber desempeñado con honor algunos empleos del
            Real Servicio; y seguramente los debería despreciar por inútiles si no usara de
            ellos en un lance de esta clase. Dios guarde a Vuestra Señoría muchos años
            como deseo.- Cuzco y Julio 3 de 1781.- Besa la mano de Vuestra Señoría su
            más atento rendido servidor.-Eusevio Balza de Verganza.- Señor Visitador y
            Superintendente General Don José Antonio de Areche».
                    Decreto.- «Cuzco, Julio 3 de 1781.-Respecto de no haberme pasado
            el Excelentísimo Señor Virrey los antecedentes que se expresan, y pender en
            el Superior Gobierno, devuélvase a la parte este recurso para que ocurra a
            él.-Areche.-Tomóse razón».



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