Page 544 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
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            hombre más delincuente, como lo acredita esta providencia de embargo cons-
            tante del Testimonio N° 10; que aunque ha sido librada por el nuevo Adminis-
            trador de Rentas Reales, creado en esta Ciudad por vuestra Visitador General,
            precisamente lo ha de haber hecho de orden de éste, como Superintendente de
            Real Hacienda.
                    90.-Don Miguel de Arriaga ha sido y es uno de los ministros más
            celosos y justificados que tiene Su Majestad en estos Reinos. Estableció con la
            mayor prudencia y tranquilidad vuestra Real Aduana de Lima y otras subal-
            ternas, arreglándolas de modo que no se hicieron odiosas a vuestros vasallos;
            y en el tiempo que corrió a su cargo la Administración General, dió mucho
            incremento al Real haber como lo manifiestan las cuentas y estados de valo-
            res de aquella oficina. Un perito de esta naturaleza es de los más recomenda-
            bles en la estimación del Rey y de Vuestra Alteza. Pero el Visitador General
            sin reparar en los distinguidos méritos de Don Miguel de Arriaga, ni en las
            grandes penas que ocupan al presente su corazón por la dolorosa muerte de
            su hermano, acaba de despachar orden desde aquí para que se le suspenda el
            sueldo que Su Majestad le tiene asignado por un motivo muy ligero, si es que
            un chisme merece llamarse motivo. Esta resolución no sólo es injusta, sino
            muy indecorosa a Don Miguel de Arriaga, porque lo supone delincuente; y no
            habiendo dado mérito para ello, es preciso que tanto este procedimiento cuan-
            to el embargo de bienes de la testamentaría de mi tío, los graduemos dima-
            nados de la enemiga de vuestro Visitador hacia los Arriaga por motivos que
            no alcanzamos; o derivados de contemplación y condescendencia con vuestro
            Reverendo Obispo, que se ha propuesto acabar con ellos y toda su casta, como
            lo tiene publicado por el órgano de su confidente Puente.
                    91.-No es mi ánimo, Señor, hablar de la conducta de vuestro Reve-
            rendo Obispo del Cuzco más de lo que ofrecen los autos que remito a Vuestra
            Alteza y sus incidencias; ya porque me contiene el respeto de su dignidad
            apostólica, y ya porque no puedo yo decir tanto sobre este punto, como lo que
            informaron al Rey y a Vuestra Alteza los Reverendos Obispos de Arequipa y
            Paraguay (Abadyllana y Pregó), la Real Audiencia de la Plata, y últimamente
            Don Antonio de Arriaga en el Documento N° 7 que acompaña. De resulta de
            esta bien fundada delación (que como se ha dicho le remitió copiada Borda)
            se ha hecho hipócrita de fidelidad este Prelado. Ha esparcido muchos pape-
            lones llenos de sentimientos de lealtad, pensando deslumbrar con ellos sus
            hechos y dichos constantes a todo el Perú. Pero ciertamente, Señor que ni este



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