Page 501 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            más feos, y el proceder más delincuente. Y no será temerario el pensamiento
            de que se hayan atrevido a dirigir alguno a Vuestra Alteza creyendo sorpren-
            der su rectitud como lo han conseguido en los tribunales de Lima por hablar
            primero. Pero yo que conozco, con otros fundamentos, el fondo de integridad
            que encierra ese sapientísimo Senado, pienso de un modo diferente; y por
            tanto he meditado que el medio más seguro de acrisolar la prudente conducta
            de Don Antonio de Arriaga, en su Corregimiento (que es el asunto del día) es
            hacer presente a ese Supremo Consejo, con documentos incontestables, que
            ese ministro del Rey fué hostilizado, sin ejemplar, de la Curia Episcopal del
            Cuzco. Que acreditó constantemente una incomparable lealtad al Soberano,
            ya defendiendo los derechos de su Jurisdicción Real; y ya delatando, con celo
            heroico, los traidores a la Majestad y al Estado que contienen estas Provincias.
            Que al paso que él no pudo esforzar más sus defensas, ni proporcionar más
            oportunos avisos a los Tribunales de Lima, éstos no pudieron mostrarse más
            indolentes ni descuidados en dispensarle socorros y auxilio. Y finalmente que
            los curiales eclesiásticos de esta Ciudad, viendo que no podían establecer el
            principio de su general conspiración por medio de Túpac Amaru, Cacique de
            Tinta, sin quitar la vida a su Corregidor, maquinaron su muerte para librarse
            de un enemigo incompatible con sus sacrílegas ideas.
                    3.-Este es, Señor, el plan de la representación que vaya dirigir a Vues-
            tra Alteza. Los puntos que abraza son muchos, y tanto por esto cuanto por mi
            poca instrucción, es preciso se me dispense la falta de método en entenderlos
            y también la difusión; pues considerando el asunto digno del mayor sigilo,
            gradúo acertado que lleve estos defectos hechos por mí sólo, que no fiarme
            de alguno que revelándolo a mis enemigos, me proporcionase la última des-
            gracia; porque como por acá se teme poco a Dios, con facilidad se encuentra
            asesinos: y por el mismo motivo dirijo a Vuestra Alteza los documentos au-
            torizados por mí con juramento y ante testigos, persuadido de que con esta
            circunstancia y habiendo merecido a Vuestra Real Persona la confianza de
            encargarme varias residencias, los estimará por fidedignos, Vuestra Alteza.
                    4.-Con fecha de 24 de Diciembre representamos al Rey, Don Miguel
            de Arriaga y yo la trágica muerte del Corregidor de Tinta, su hermano y mi
            tío. Aquel informe (de que es copia el documento N° 1) fué concebido en el
            transporte de nuestro dolor, sin presencia de los autos, y con solas las noticias
            que llegaron a Lima del suceso; por eso no pudo apoyarse con los comproban-
            tes respectivos. Pero habiendo venido yo a esta Ciudad, encargado de recoger



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