Page 490 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
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            la verdad de los fundamentos vertidos en ella; y aunque así lo ejecuté, presen-
            tándola personalmente al primero, en 14 de Agosto de 1780, y entregándola al
            segundo en mano propia, el 20 del mismo mes; no sólo se desestimó mediante
            no haberse hecho uso alguno de ella, sino que tratando con poca precaución
            al Gobierno una materia de tanto monto, nos consta que anduvo rodando en
            la Secretaría este papel; y que un Don José Antonio Borda, sobrino y comensal
            del Obispo del Cuzco (harto conocido aquí, y en esa Corte por propenso al
            artificio y la discordia, y por atrevido y travieso) tuvo facilidad de copiarla.
                    31.-Creíble es, Señor, que Borda dirigiésela inmediatamente al Obis-
            po, su tío. Y también es creíble que éste al verse tan verdaderamente retratado
            en la representación se sorprendería, conociendo invencible la acusación de
            Don Antonio de Arriaga, según la certeza de los hechos en que la fundaba.
            Si no lo hubiera considerado así el Obispo ;y si se hallaba inocente, debió pe-
            dir el afianzamiento de la calumnia y ofrecer su vindicación, que es el modo
            que prescriben vuestras sabias leyes, para mantener ileso el honor y el buen
            nombre contra las asechanzas de los maldicientes; con que el no haberlo ve-
            rificado corrobora los indicios. Conocía muy bien el acusado a Don Antonio
            de Arriaga. Sabía que en la fidelidad a Vuestra Majestad no admitía primero.
            Y también sabía que por la defensa de vuestros sagrados derechos no había de
            dudar un punto en sacrificar su caudal, según lo hizo cuando le tenía mayor.
            Por eso no se atrevió a pedir la fianza de calumnia, ni a contestar con ella la
            causa. Y por eso se maquinó un modo de concluir sus razones, aprendido en
            la perversa escuela de Maquiavelo, que tendrá pocos ejemplares, y será famo-
            so en las fastos de este Reino, y en la plana de la Historia.
                    32.-Luego que se le absolvió de las Censuras, bajó el Corregidor de
            Tinta a su Provincia, y llegó a ella en 6 de Octubre. Todos sus vecindarios, es-
            pecialmente el de Coporaque, manifestaron cuanto la amaban en las públicas
            aclamaciones y regocijos con que celebraron su restitución. Continuó admi-
            nistrando justicia, y agitando la cobranza de tributos, que con motivo de su
            dilatada ausencia en el Cuzco, por la excomunión, estaba muy atrasada. Y la
            Curia Eclesiástica empeñada más que antes en continuar la hostilidad al Co-
            rregidor, ya que no pudo dilatarle el beneficio de la absolución, cómo se había
            propuesto, arbitró otros medios de perjudicarle, alterando la tranquilidad de
            su Provincia, acaso con espíritu de venganza por el informe dirigido contra el
            Obispo.
                    33.-En 28 de Septiembre expidió una Providencia el Provisor man-
            dando que Don Francisco Alvarez (Cura interino puesto por el Reverendo
            Obispo en la Doctrina de Coporaque viendo la declarada resistencia con que


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