Page 349 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
Los Pueblos reciben como beneficio, aun una sola mirada favorable
de estos Delegados de Dios; y aun en el triste lance de sus miserias parece que
con levantar los ojos ó la consideracion al Príncipe ó disipar sus congojas, ó
mitigan el dolor de sus llagas. Los Soberanos de su parte ven al Pueblo, como
a su propia familia, a los que goza el que los instála. Asi pasa de Dios a los
Reyes esa sublime dignidad que los coloca sobre todos: asi fluyen de aquella
Vasallos, como á Hijos, a los corazones, como a su principal conquista; y rego-
cijados de que la dulzura de su reinado derrama en los pechos de los Subditos,
un gozo que les renueva la primera complacencia de verlos sobre sus cabezas,
reconocen que asi aseguran la estabilidad de su solio, mas que con las armas y
violencia, en que funda el Despotismo su nunca bien establecida dominación.
He aquí en lo que está la Magestad de los Reyes; no en esa pompa exterior que
los circunda, no en ese brillo que deslumbra, y que podremos llamar un re-
salte de la Magestad, no la Magestad misma. La Magestad es esa imagen de la
grandeza de Dios que reluce en los Soberanos. Un Rey desde el breve recinto
de su retrete, pone en concierto una vasta Monarquia: un solo movimiento de
sus labios, mueve todo un Imperio. Desde alli deprime soberbios, eleva aba-
tidos, atemoriza insolentes, vigoriza debiles, arma exercitos, debela Ciudades,
protege Aliados, ahuyenta enemigos, establece Consejos, erige Tribunales de
Justicia.
Erige, digo, Tribunales de Justicia. Que imagen mas viva de la gran-
deza de Dios, quando del inagotable manantial de su Poder, transmite a los
Reyes el que les comunica? No es esto lo que ahora vemos en la erección de
este nuevo Congreso, destinado por el mayor de los Reyes del mundo para que
en estas distancias de su Trono se nos administre esa Justicia que recibiamos
antes con menos esplendor?
Que idea tan sublime la que nos ofrece en este punto de vista a tan res-
petable Senado! El Soberano descanza sobre la solicitud de V.A. del cuidado
que impenderia en la distribucion de la equidad, si la practicase por si mismo.
Ese amor de la Patria, ese anhelo de ser util a nuestros semejantes, esa ternura
en las necesidades que los oprimen, esa prelacion del interes publico al parti-
cular y privado, ese texido de dotes magnificas que debe formar el temple de la
Soberania; se deriva(n) de ella a V. A. para preparar los colores que nos hagan
mas natural y expresiva la copia de la Magestad del Principe.
La Justicia que enlaza y traba con noble vinculo los intereses comunes
con los particulares, se encomienda a un Senado, cuyos Miembros por indole
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