Page 348 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
                                            Relación de la fundación de la Real Audiencia del Cuzco en 1788


                     La Oracion del Presidente del Acto Literario fue la siguiente:
                       Oración a la nueva Audiencia Real de la Ciudad del Cuzco


                                              M. P. S.


                    Si en el mundo natural, trazó la mano de su Autor una fabrica que
            publica sin cesar la omnipotencia del brazo que lo produce, y lo sostiene; en
            el mundo politico dibuxó su sabiduria una obra que imprime en quantos la
            consideran la elevada idea de la Justicia que lo rige. Si la primera fabrica nos
            infunde respeto a su Poder, la segunda obra nos humilla baxo de tanta Ma-
            gestad. Esta Magestad de Dios, decia Tertuliano  nos descubre mas en su
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            Justicia, que es la que nos figura toda la plenitud de la Divinidad. La Justicia
            lo manifiesta ya severo con los delincuentes, ya blando con los que no lo son:
            ya amoroso, ya respetable y temible: ya castigando, sin olvidar los derechos de
            Padre, ya absolviendo, sin violar los fueros de Justo; y poniendo de este modo
            en concierto el curso de las pasiones humanas. Si estas rompen algún eslabon
            de esa admirable cadena que las reprime, se vé un cahos de confusion, un
            teatro de desordenes. El Impío usurpa la remuneracion de la virtud; el cuerdo
            y el modesto se sujetan a la objecion y penas del vicio; la ambicion arrebata
            los primeros lugares, la temeridad los conserva, el merito se intimida. Mas al
            punto que la Justicia del Supremo Gobernador lo reviste de esa Magestad que
            nadie puede dexar de venerar, todo entra en la regla de numero, peso, y medi-
            da, que haze la harmonia del Universo politico.
                    Como aquella Teocracía con que en otro tiempo goberno Dios por si
            mismo a una Nacion espectable, no es la que en los designios de su Soberania
            se preparaba a todo el mundo, ha puesto entre los hombres unos Vicarios de
            su Justicia, que á nombre suyo, y armados de su autoridad los rijan con los
            mismos sentimientos de Padre, que tiene el que los autoriza, y con los mismos
            titulos de Señor fuente inexhausta el derecho de gobernar el trono que los
            exalta, la Magestad que los rodea, la Justicia que los proporciona al premio y
            castigo firmes exes de esta maravillosa maquina.
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            168. L. 2. contra Marcionem c. 13.  (pp. 220, línea, 8) [Nota inexistente en el texto original según el editor de la primera edición].





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