Page 352 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
                                            Relación de la fundación de la Real Audiencia del Cuzco en 1788
            charon, de estas copiosisimas fuentes de Real nobleza; sin que tanto mar de
            gloria alli congregado, se turbe por esas borrascas, que suelen traher consigo
            las de toda la tierra. Aca en la America nos ceñiremos a la complacencia de
            tener en V.A. la imagen del que le entrega este deposito de su Justicia, que
            conservará con respeto, administrara con pureza, transmitira con decoro a sus
            sucesores, y expondra a la admiracion de los que nos seguiran en los frutos de
            su equitativo desempeño.
                    Reconocemos que alla en Europa es tambien indispensable la integri-
            dad de un Senado; pero confesemos que la inmediacion al Soberano, la proxi-
            ma reverberacion de la Magestad, la facilidad de que el Principe entienda el
            procedimiento de los Tribunales, forman un escudo impenetrable las verhon-
            zosas declinaciones de la Justicia. Aca en la America, donde no hay impulsos
            tan poderosos; todo se ha de librar precisamente a la entera circunspeccion de
            los Ministros. Esta es la que sin otros rezelos sin otros motivos los ha de incli-
            nar a la equidad y a la Justicia. Mas que satisfaccion del Soberano no supone
            esto? que suficiencia? que justificacion? que aptitud? que destreza?
                    Por eso vemos que V. A. compone hoy su honorifico cuerpo de unos
            Ministros que han costeado ya las pruebas de su integridad, de sus conoci-
            mientos, de sus luces, manifestandolas en los Tribunales mas recomendables
            del Reino. Sus deliberaciones han sido ya el alma de los mas elevados Gobier-
            nos. Los Magistrados mas expectables los Gobernadores del primer orden, en
            los dos amplisimos Virreinatos que hoy abraza la America Meridional, han
            escuchado y deferido a sus dictamenes. De este modo, se han condecorado
            este lustroso Senado, para que se le confie el gobierno de una Ciudad que me-
            rece los aprecios de mas distincion del Soberano empeñado a remunerar su
            fidelidad, despues que salio tan pura del Crisol en que la puso el tumulto de
            una reciente sedicion. 170.
                    A V. A. pues se le consigna su guarda, y su custodia. Se le delega el co-
            nocimiento de sus causas, el Juzgado de su Justicia, el arbitrio en sus litigios,
            la pacificacion en sus disensiones, el resorte de su gobierno, la moderacion
            de sus Provincias que acostumbrandose a la suavidad de sus decisiones, se
            avergonzaran de la temeridad que en los pasados movimientos las dementó.
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            170. Alusión a la rebelión de Túpac Amaru [Nota del editor de la primera edición].





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