Page 354 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
Relación de la fundación de la Real Audiencia del Cuzco en 1788
lo ejecutado con tanta diligencia y tanto gusto, que por más que los críticos
se esfuercen para encontrarle algún defecto, no les será posible, por no serlo
tampoco que cuantos sabios la leyeren dejen de conocer, que entre todas las
relaciones de regocijos públicos que corren con aplauso desde los tiempos
más remotos hasta nuestros dias, se debe preferir por muchos títulos la de las
fiestas que la Ciudad del Cuzco celebró, por haber logrado la felicidad de re-
cobrar con el establecimiento de la Real Audiencia, mucha parte del esplendor
que tanto la ilustró, cuando fué Capital de uno de los mayores imperios que ha
conocido el mundo.
Protesto ingenuamente que jamás me hubiera atrevido a manifestar
con estas expresiones el juicio que he formado de ella, si no supiera con cuanta
evidencia es en lo humano decible que su perfección, atendidas las circunstan-
cias, no puede ser mayor.- Pues si me fuera decoroso detenerme para conven-
cer que mi dictamen no es efecto de pasión alguna, sino de la obligación que
tengo de no faltar a la justicia, demostrara con los más prolijos y exactos para-
lelos, que aunque parezca hipérbole, nada supongo ni exajero cuando afirmo
que exceptuando los juegos pomposos que describieron Homero y su imita-
dor Virgilio, por no ser comparables estos dos grandes hombres con ninguno,
y por que tampoco puede serlo el entusiasmo poético con la más enérgica y
elegante prosa; no se encontrará por más que se recorra la República de las
Letras, otra obra que en su línea la condecore mas, ni aún tanto.
Entonces convencería palmariamente, que esta no es una arrogancia
presuntuosa, sino uno de aquellos juicios, que por más que se repugnen, los
hace invencibles la evidencia; pues aunque es verdad que tenemos algunas
relaciones de aquellos regocijos que se han hecho más célebres en las naciones
extranjeras, por las acreditadas plumas que los refieren, que por los inmensos
caudales que costaron sus ingeniosas invenciones, y que entre nosotros los Lo-
zadas, los Peraltas y los Canos,han merecido justísimamente los mayores elo-
gios, y alabanzas; es también constante que ninguno de ellos ha logrado que
sus obras dejen de ser unas de aquellas exhalaciones literarias, que divierten
solamente el tiempo que se gasta en leerlas, y que se le haría una enorme inju-
ria al autor de la Relación de las fiestas del Cuzco, si se le usurpase la gloria que
lo ensalza sobre todos los demás, por haber sido el primero que en esta clase
de escritos ha unido a la instrucción el embeleso; o por decirlo de una vez, si
no se confesase que es digno de que todo el mundo lo admire, no sólo en estos,
sino también en los futuros tiempos.- Porque al ver la claridad con que ins-
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