Page 318 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen  1
                                            Relación de la fundación de la Real Audiencia del Cuzco en 1788
            voz francesa, que se me ha deslizado de la pluma por la mala habituación con
            tantos pedantes que nos oprimen con sus galicismos), de sus Harengas dijo,
            hay mucha provisión de inepcias, muchos vacíos de prudencia, y mixtos de
            necedad y fraude: que nunca se vieron Cónsules tomados de su gremio: que si
            alguna vez han tentado arribar a la eloquencia, la dificultad los ha arredrado,
            y reducido a solo su estudio del Derecho. Dice algo más; y concluye que este
            estudio le parecía de tan corta dificultad, que aunque el fuese hombre muy
            ocupado, sin dexar sus ocupaciones se hacía Abogado en tres días. Váyase a la
            margen el que no me creyere.
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                    Pero sabemos que aún en aquella misma edad desagradaron estos
            transportes de Cicerón a Catón, quien al oirlo dixo: ¡Dii boni! quam ridi-
            culum habemus consulem!  y sabemos también que en el siglo 16 el sabio
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            Aonio Paleario, los rebatió mui bien, demostrando que los Abogados jamás
            han fundado la eficacia de sus Discursos en las minucias de fórmulas, ápices,
            puntos: que éstas pueden variar según el tiempo, que dando siempre inmóvil
            el erario de los Derechos, que es el que constituye su fondo: que aún en otras
            ciencias muy graves se hallan muchas voces facultativas autorizadas por el
            uso: que no puede llamarse ciencia de poca consideración, la que hace par-
            te tan sobresaliente de la Filosofía Moral; de esa Filosofía que en pluma del
            mismo Cicerón es madre fecunda de las Artes, y una invención digna de los
            Dioses: que sin la profesión de Abogados no hay seguridad en la posesión de
            los bienes, en las vidas de los hombres, en la traquilidad de las Ciudades, en la
            firma constitución de los Reinos. ¿Qué espectáculo más lisonjero (decía otro
            que no era Abogado) que ver un Profesor de esta facultad frequentadas sus
            puertas de personas de la mayor calidad, que en sus dudas, en sus urgencias
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            144. Dignitas in tam tenui scientia, quae esse potest? Res enim sunt parvae, prope in singulis literis atque interpunctionibus verborum
            occupatae. Deinde etiam si aliquid apud Majores nostros fuit in illo studio, admirationis: id enunciatis vestris mysteriis totum est con-
            temptum, et abjectum... ineptiis fucata sunt illa omnia... inanissima prudentiae reperta sunt; fraudis autem et stultitiae plenissima...
            Sed illud dicam nullam esse in illa disciplina munitam ad consulatum viam... Nonnullos videmus qui oratores evadere non poterunt,
            eos ad Juris studium devenire... Staque si mihi homini vehementer occupato stomachum moveritis, triduo me Jurisconsultum esse
            profitebor Orat. pro Leg. Muraena. (pp. 177-78, nota 1. ed. 1795).  En este texto se han corregido algunos errores de transcripción
            que, al parecer, tenía la primera edición. Su traducción es: «Primeramente, ¿cómo puede existir la vergüenza en tan poca ciencia?
            Por eso los datos son escasos, comprometidos cercanamente por letras específicas o por la ortografía de los verbos. Por eso, incluso,
            si algo existió en nuestros antepasados en aquella disciplina fue digno de admirar: todo aquello en vuestros confusos enunciados es
            para desdeñar y abjurar… Todas aquellas son falsedades para los ineptos… Se percibe una limitadísima habilidad como también una
            completísima incompetencia para el engaño… Por eso diré que en aquella práctica nada asegura el camino del consulado… Vemos
            que algunos oradores no podrán evadir seguir los estudios jurídicos… Ocurre que si a mi hombre ocupado conmueven fuertemente
            el estómago, aprovecharé en un espacio de tres días para ser jurisconsulto.» [Traducido por Víctor Córtez Barrionuevo].
            145. Su traducción es: «¡Dioses gentiles! ¡Qué ridículo cónsul tenemos!» [Traducido por Víctor Córtez Barrionuevo].



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