Page 175 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
P. 175

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            union de ambas provincias, donde operaron sus comandantes con el mayor
            esfuerzo y empeño, con felices triunfos, en que consiguieron matar los que
            formaban cabezas, principalmente á Tomas Parbina y Felipe Bermudez, que
            las remitieron á esta ciudad, y la prision de muchos secuaces del rebelde, de
            que hicieron justicia. No fué ménos necesaria la formacion de otra columna
            que pasase á correr y resguardar los altos de la provincia de Quispicanche, del
            partido de Ocongate, y la gran cordillera de Ansangati, tránsito preciso para
            los pueblos y punas de la provincia de Tinta, por donde pudieran hacer su
            retirada los rebeldes, y se confió al mando del sargento mayor de ejército D.
            Joaquin Valcárcel, y al Marqués de Rocafuerte, componiéndose de alguna tro-
            pa de caballería de esta ciudad, doscientos hombres de Andaguailas, ciento de
            Urubamba, y del regimiento de dragones de Aimaraes, al cargo de su coronel
            D. José Alvarez Cavero; á que acompañaron los indios fieles de Maras, de la
            provincia de Urubamba, con sus buenos caciques D. Agustin y D. Lúcas Nu-
            ñez, que desempeñaron en esta y en otras ocasiones su obligacion, y nombró,
            para que acompañasen á esta columna, al capitan D. José Oliva, con el grado
            de teniente coronel, por sus buenos y continuados servicios. Tomadas estas
            bien premeditadas prevenciones, se verificó la salida del General con todo el
            ejército, el dia 9 de Marzo de 781, en solicitud del rebelde que se hallaba con
            el suyo entre los pueblos de Tungasuca y Tinta; y llevando el mando de las
            columnas el coronel de ejércitio D. Gabriel de Avilés, el teniente coronel don
            Manuel de Villalta y el teniente coronel D. Juan Manuel de Campero, tomó la
            de éste la quebrada de Urcos, á salir al pueblo de Quiquisana, y las demas á los
            altos que se nominan Yanacocha y Pucacasa, llevando por mayor general á D.
            Francisco Cuellar, que vino con las compañías de Guamanga.
                    El horroroso empeño con que hasta entónces habian servido á V. M.
            los vecinos patricios y forasteros se manifestó de nuevo, ofreciéndose los que
            no tenian señalado destino á seguir de voluntarios el ejército, en que se distin-
            guían el coronel D. Matías Baulen, que estando provisto de corregidor de esta
            ciudad, omitió posesionarse en este empleo por este ventajoso servicio, don
            José Antonio de Vivar, tambien provisto al gobierno de Cailloma. El tenien-
            te coronel D. Pablo Astete, el coronel agregado á la caballería ligera D. José
            Pimentel, que sirvió despues de ayudante de campo del general D. Lorenzo
            Perez Lechuga, y el sargento mayor D. Francisco Lelorio, que habia servido en
            la guerra de Pancartambo, el teniente coronel D. Francisco Picoaga y D. Mar-
            tin de Concha, que fueron ántes ayudantes de campo del comandante Avilés,



                                               174
   170   171   172   173   174   175   176   177   178   179   180