Page 178 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
                                    Informe relacionado del Cabildo,  Justicia y Regimiento de la ciudad del Cuzco
            castigo el dia 18 de Mayo de 781, con todo la circunspecta autoridad que era
            necesaria, formándose las milicias en cuadro en la grande plaza del cuartel,
            de donde se sacaron los reos con las compañías de granaderos y del comercio,
            habiendo concurrido los regidores de este cabildo y muchos de los vecinos
            principales á caballo, en manifestacion de su lealtad, y observándose áun en
            la gente popular una especie de contento que demostraba estar satisfecha de
            la justicia que se hacia en tan infame turba de traidores. Publicó el visitador
            un general indulto á todos los que arrepentidos de su error de haber sido
            partidarios del rebelde se acogiesen de las banderas y obediencia de V. M.,
            empeñando su Real palabra á su cumplimiento, de que se reservaban los que
            hacian cabeza y eran principales movedores del rebelion, de cuyos nombres
            se hizo clara expresion, para que no dudasen todos los demas de la verdadera
            concesion de aquella gracia. No bastando este piadoso medio á reducir á los
            rebeldes, continuaban en su depravada perfidia los que habitaban la contorna-
            da de Urubamba y Calca, intentando acometer á sus pueblos, y se vió obligado
            el visitador á continuar en su comandancia con la gente de aquellas provincias
            á D. Bartolomé de Figueroa, para que corriese sus alturas y los escarmentase,
            como lo ejecutó con buenos sucesos. Hizo lo mismo disponiendo una expedi-
            cion que pasase á los altos del partido de Ocongate y Sanramarca, cuyos indios
            estaban insolentados y engreidos, por haber muerto pocos dias ántes á setenta
            soldados dragones del regimiento de Aimaraes que pasaban á reconocer un
            puesto, y aprovechándose de sus armas; juntándose para esta columna con
            el nombre del Rosario dos grandes compañías que aprontó el corregidor de
            Abancay Villalta, y otros dos del regimiento de infantería de esta ciudad, á que
            acompañaron los indios fieles de Guarocondo y Suriti, encargando el coman-
            do á D. Miguel de Velasco, oficial antiguo de estas milicias, persona de honor,
            valor y conducta y muy práctico de aquel territorio, dándole por segundo á
            su yerno D. Ramon Moscoso, en quien concurren iguales calidades, y llevan-
            do la comandancia de las compañías D. Luis de Astete, capitan de infantería
            de esta plaza, todos sujetos de satisfaccion; salieron de esta ciudad, á pasar
            por el puente de Caicay, y habiendo seguido á perseguir los rebeldes, tuvieron
            con ellos sus encuentros; pero su mucho núinero y la poca tropa nuestra les
            obligó á retirarse al pueblo de Urcos, adonde pasó el visitador para reforzar
            la expedicion. Aumentóse ésta con gente de Urubamba que aprontó su justi-
            cia mayor Arana, y cien hombres más de esta ciudad, que facilitó el coronel
            Torrejon, á tiempo de haber llegado D. Francisco de Laysequilla, despachado



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