Page 172 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
                                    Informe relacionado del Cabildo,  Justicia y Regimiento de la ciudad del Cuzco
            de Villcamayo, con su curso por las provincias de Quispicanche, Calca y Uru-
            bamba, en los altos de Pancartambo, y dispuso pasase un cuerpo de tropas á
            perseguirles, al mando del coronel de milicias D. Isidro Gutierrez, del órden
            de Santiago, con el buen auxilio del cacique Pumacalma y sus fieles indios, que
            todos debian pasar á unirse con la que se hallaba en Pancartambo, para correr
            sus altos y los de Ocongate. Este jefe, alentado de su propio honor y del deseo
            de satisfacer la confianza, llegó á la quebrada de Pisac, y queriendo reconocer
            personalmente la mejor situación que podia tomar su tropa miéntras guar-
            necia los altos, Pumacalma se adelantó con su hermano D. Pedro Gutierrez y
            nueve hombres, y en un desfiladero se halló sorprendido de una emboscada
            de indios, donde fueron muertos; cuya desgracia, advertida luégo por el se-
            gundo comandante D. Juan Martinez, capitan del regimiento de infantería de
            esta ciudad, le obligó á mantener toda la noche sobre las armas la gente de su
            mando, y al dia siguiente, 26 de Enero de 781, reconociendo hallarse ya en
            las cumbres el cacique Pumacalma con sus indios, acometió al enemigo y le
            desbarató enteramente, llenando la campaña de más de seiscientos cadáveres,
            habiendo muerto sólo de los nuestros el jefe Gutierrez, con su hermano D.
            Pedro y once soldados, inclusos dos indios; y esparciéndose por las quebra-
            das y eminentes cerros los rebeldes, se retiraron nuestras tropas y Pumacalma
            al pueblo de Urubamba, sin seguir hasta nueva órden el destino de pasar á
            incorporarse con las que se hallaban prevenidas en Pancartambo. Mandó el
            comandante Avilés pasase luégo á tomar á su cargo esta expedicion el teniente
            coronel de ejército D. Manuel de Villalta, quien llegó al pueblo de Urubamba,
            y conociendo necesitarse para ello algunas providencias que le faltaban, las
            consultó y pidió, manteniendo en descanso la tropa; pero como la que espe-
            raba en Pancartambo, la reunion llegó á entender el retiro, tomó la resolucion
            de hacer sola por sí reconocimiento de los altos del pueblo de Calca, y bajar al
            de Urcos, en cuyo tránsito salió D. Rafael de Castilla, eclesiástico, á prevenirles
            la celada que les tenía dispuesta Diego Tupac Amaro; con cuya noticia, el co-
            mandante D. Pedro Astete hizo que tomase su gente las alturas, donde le aco-
            metió Diego Tupac Amaro con crecida tropa, y sostuvo contra éste un cruel
            ataque, y despues pasó por aquel puente, para venir, como lo hizo, á esta ciu-
            dad; lo que obligó á darse órden para que se retirase tambien la de Urubamba,
            con el jefe Villalta y los indios de estas parroquias. Una y otra tropa tuvo órden
            de juntarse y unirse en el prado nombrado Santotis, legua y media de esta
            ciudad, donde se les pasó revista; y separando de ambas la gente que pareció



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