Page 162 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
Informe relacionado del Cabildo, Justicia y Regimiento de la ciudad del Cuzco
hiciesen frente y oposición á los rebeldes de Parbina en várias ocasiones, de
que comunicaban frecuentes noticias al mencionado cura, y éste las pasaba á
la junta con puntual relacion de los sucesos, manifestándose celoso y amante
del mejor servicio de V. M., y alentaba á sus dos ayudantes á su constante
permanencia, de modo que todos los párracos de la provincia de Chumbibil-
cas cumplieron sus obligaciones, pero sin embargo el crecido número de los
partidarios de los rebeldes, la sojuzgaron hasta hacerse dueños de todos sus
pueblos, y siendo por ellos el tránsito preciso para la ciudad de Arequipa, que-
dó cortada su comunicacion. Abundaban los calabozos y cárceles de reos con-
ducidos de Calca, Urubamba y Chica, y otras espías y emisarios aprendidos
por las guardias avanzadas, y no abastando á las substanciacion los auditores
de guerra doctor D. Francisco Javier de Olleta y licenciado D. Josef Zaldívar y
jueces ordinarios D. Márcos de la Cámara y D. Sebastian Ocampo, se confirie-
ron comisiones para ella á los coroneles D. Isidro de Guisasola y D. Faustino
Alvarez de Foronda, Conde de Vallehermoso, y pronunciadas por todos las
sentencias conformes á los delitos, se fueron ejecutando, verificando en al-
gunos el último suplicio para ejemplo y terror de los rebeldes. Sin embargo
de estos escarmientos, crecia el orgullo de los enemigos, y principalmente el
ejército que mandaba Diego Tupac Amaro tenía cercado el apreciable asiento
de Pancortambo, y cortada toda comunicacion con esta ciudad por aquella
parte, sin que se pudiese saber el estado de defensa, aunque se confiaba ésta de
la buena conducta, valor y disposiciones del comandante D. Lorenzo Lechuga,
y llegándose á reconocer bajaban algunas partidas para insultar de nuevo las
poblaciones de las riberas de Calca, Urubamba, Pisac y Lamay, fué preciso
remitir tropas, confiando el mando de ellas á D. Josef Antonio Vivar, que hizo
su principal fuerte en el puente de Urubamba, único que convino mantener, y
llegó a poner aquél atrevido rebelde sobre ocho mil hombres en la plaza de
Pisac, intentando vadear el rio para pasar á esta banda y venir á reunirse con
el grande ejército de su hermano por la parte del cerro de la fortaleza, á que
dirigió siempre sus pensamientos.
Aspiraba ya á más el inicuo José Gabriel, y teniendo junto un grueso
ejército, que, segun las más iguales noticias, pasaban de sesenta mil hombres,
determinó venir á apoderarse de esta ciudad ántes que llegase el auxilio de
tropas y armas de Lima, y entrando por los pueblos de la Quebrada, de la
provincia de Quispicanche, hizo en ellas desapiadadas muertes en los infelices
que no pudieron retirarse. Robaba las haciendas en sus frutos y ganados, puso
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