Page 160 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
P. 160

Volumen 1
                                    Informe relacionado del Cabildo,  Justicia y Regimiento de la ciudad del Cuzco
            Concha, el justicia mayor D. Martín de Arana, D. Andres de Arredondo, capi-
            tan de Urubamba, y el alentado y fiel cacique D. Mateo Pumacalma, de quien
            es justo informar a V. M. que para esta primera manifestacion de su lealtad
            no tuvo otro impulso que el del amor á su legítimo rey y soberano Sr. D. Car-
            los III; como lo decanta; y este cabildo y junta de Guerra acordó premiar su
            mérito, condecorándole con el nombramiento de coronel de los indios de su
            comando, le adornó con una medalla de oro con la Real efigie de V. M. y una
            banda de terciopelo carmesí guarnecida con sus reales armas, cuyo distintivo
            le fué muy apreciable, y ha sido motivo para que esté cacique haya contribuido
            mucho a la reconquista y pacificacion de las provincias rebeladas, como se le
            habrá informado á V. M. Se asomó el día 21 de Diciembre, en el paraje nom-
            brado Chita, dos leguas de esta ciudad, una repentina mocion, haciéndose
            secuaces del rebelde sus habitantes, seducidos de algunos indios forasteros, y
            luégo se dispuso un destacamento de doscientos hombres de los auxiliares de
            Andaguailas, Alancay y Cotabambas, con la mitad de la compañía del comer-
            cio al comando del sargento mayor D. Francisco de Laysequilla, quien operó
            tan diestra y eficazmente, que desbarátó aquel torbellino, matando á los que
            hicieron frente, cuyas cabezas hizo conducir y se pusieron en el patíbulo de
            la horca, y trájo algunos prisioneros para que fuesen juzgados, con lo que se
            desvaneció el cuerpo que pudiera haber tomado con algunos malcontentos de
            las parroquias de esta ciudad por su inmediacion y mal ejemplo.
                    A imitacion del cacique Pumacalma, se manifestó fiel y pronto D.
            Nicolas de Rosas, cacique del pueblo de Anta, de la provincia de Abancay,
            ofreciendo resguardar la espalda de esta ciudad con los indios de sus ayllos
            y parcialidades, que son muchos en número, y los de los pueblos de Lurite
            y Guarocondo, que componen la pampa que llaman Bajagueana, de donde
            principalmente se abastece, cuyo servicio fué muy oportuno y conveniente,
            pues con él se afianzó la seguridad al tránsito y comunicacion de la carrera de
            Lima, y agradeciéndole esta leal demostracion, este cabildo y junta de Guerra
            le distinguió con el nombramiento de coronel de su tropa y el distintivo de
            otra banda con la medalla de oro, estampada la Real efigie de V. M. A que
            correspondió este noble cacique con servicios sucesivos muy importantes á
            nuestra defensa. Dada, sin embargo de las alianzas de estos caciques, mucho
            cuidado mantener existentes y resguardados los puentes del grande rio de
            Apurima, y aunque tenía encargada su defensa al corregidor de Abancay D.
            Manuel de Villalta, en cuya jurisdiccion se hallan, á su teniente D. Marcelino



                                               159
   155   156   157   158   159   160   161   162   163   164   165