Page 435 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
P. 435

Fernando de Trazegnies y Jorge Ramírez Díaz  El señor FERRERO COSTA (NM-C90).—
                  ayer han propuesto —ellos, no nosotros— reba-  Con el apoyo del Partido Popular Cristiano, la
                  jar la edad a cuarenta y cinco años. Quizás a esa  Comisión de Constitución puso un tope a la edad
                  hora usted todavía no había tomado noticia de  de los miembros del Jurado Nacional de Eleccio-
                  este asunto, pero la propuesta de los cuarenta y  nes. Usted ha sido personero, y el Partido Popu-
                  cinco años viene de nuestros profesores de la  lar Cristiano apoyó la tesis de que no queremos
                  universidad.                                un Jurado Nacional de Elecciones de viejitos.

                  La señora PRESIDENTA.— Puede continuar,     Entonces, yo quisiera que ese mismo criterio de
                  señor Barrón Cebreros.                      su bancada se mantenga, porque debe haber no
                                                              solamente un tope mínimo, sino también un tope
                  El señor BARRÓN CEBREROS (PPC).— Si         máximo a la edad de las personas.
                  anoche se hizo esta propuesta, yo no tuve la suer-
                  te de ver Panorama —sino en la parte final—,  Gracias.
                  que es el programa en el cual se presentaron los
                  ilustres abogados de los cuales me honro en ser  La señora PRESIDENTA.— Puede continuar,
                  amigo. Pero no tiene nada que ver con la pro-  señor Barrón Cebreros.
                  puesta que viene en el texto aprobado en El Pe-
                  ruano el día julio 20 de este año, ni tampoco tie-  El señor BARRÓN CEBREROS (PPC).—
                  ne que ver con el decreto legislativo dictado el 27  Lamento que no haya sido suficientemente cla-
                  de diciembre, mediante el cual se redujo la edad  ro. Saqué el ejemplo de los viejitos americanos
                  a cuarenta y cinco años. En todo caso, lo que ocu-  tan sólo para graficar el respeto que hay no por
                  rrió ayer es una concordancia, una opinión muy  la simple acumulación de años, sino por la ma-
                  respetable de dos eminentes juristas y amigos  durez que dan los años, como el buen vino, como
                  míos, pero que, evidentemente, no guarda rela-  usted, seguramente, señor Ferrero, sabe muy
                  ción con la realidad.                       bien.
                  La juventud, señora Presidenta, es mala conse-  Alguien de ustedes sabrá que el buen vino ma-
                                                              dura con los años, pero tiene un límite en virtud
                  jera para ser última instancia en el Poder Judi-
                  cial. Recordemos que en Estados Unidos —país  del cual empieza a oxidarse y a malograrse, con-
                                                              forme a un proceso natural de química elemen-
                  que ha sido citado tantísimas veces en este Con-  tal.
                  greso— desde enero de este año no existe límite
                  final para detentar el cargo de Vocal de la Corte  Decía que me he expresado mal porque mi idea
                  Suprema Federal de los Estados Unidos. El lími-  era expresar mi oposición y la de mi bancada al
                  te lo determina el propio magistrado, y han ha-  límite mínimo que se ha establecido en cuarenta
                  bido casos en la historia de los Estados Unidos  y cinco años; creemos que cincuenta es un límite
                  —el año 1946— en los que un magistrado, a los  bastante aceptable. El de máxima edad —el de
                  noventa y ocho años, decidió, por sí mismo, que  setenta años, con el cual estamos de acuerdo—
                  ya era momento para su jubilación; y este magis-  era simplemente para graficar el respeto, no era
                  trado falleció recién a los ciento cuatro años de  para pedirlo. Aclaro para no dejar una duda al
                  edad, de modo que había tenido años más para  respecto, doctor Ferrero, por intermedio de la
                  estar en la Corte.                          señora Presidenta.

                  El respeto no es a una edad cuantitativa, no es a  Decíamos, entonces, que la edad cuantitativa,
                  una suma cuantitativa de años; el respeto es a la  sumada a la madurez, a la experiencia, a la
                  acumulación de la experiencia y a que, a más  bonhomía, a la lejanía respecto de los placeres
                  edad, existe menos tentación por las cosas mun-  mundanos y de otras tendencias crematísticas,
                  danas y existe menos posibilidad de irse hacia  permite precisamente la justicia equidistante que
                  alguna de las banalidades o de las...       debería siempre tener y gobernar a quien emana
                                                              y a quien tiene la facultad de adjudicar justicia
                  El señor FERRERO COSTA (NM-C90).—           en nombre del pueblo. Y, por ello, ratifico lo ma-
                  ¿Me permite una interrupción, señor Barrón?  nifestado por el doctor Flores-Araoz.
                  El señor BARRÓN CEBREROS (PPC).—            Quiero relatarle, Presidenta, que en el siglo XVIII
                  Con el mayor gusto. Todas las interrupciones que  —si mi memoria no me falla— el prusiano kai-
                  quiera, doctor Ferrero, son bienvenidas.    ser Federico II, hombre temible por su carácter
                                                              irascible, autocrático, dictatorial, tenía necesidad
                  La señora PRESIDENTA.— Puede interrum-      de ampliar la caballeriza para sus caballos y no
                  pir el señor Ferrero Costa.                 encontró mejor idea que la de expropiarle, casi



                                                          1313
   430   431   432   433   434   435   436   437   438   439   440