Page 173 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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Del mismo modo, creo que el no haber cumplido dinero a los agricultores en general y, una vez
con la prioridad constitucional para el desarrollo que este seguro se haga fuerte, a cubrir los da-
del sector, que tanto daño le ocasiona al país, nos ños a los medios de producción, y finalmente,
debe llevar a la decisión de reforzar este manda- como ocurre en otros países, a cubrir también el
to constitucional, agregando las herramientas lucro cesante.
que aseguren que esta prioridad se pueda cum-
plir. Por eso es que en nuestra propuesta esta- Hay que aclarar también que el Estado está en
mos estableciendo, a nivel de texto constitucio- la obligación de atender con sus propios recur-
nal, la obligación del Estado de dotar al sector sos aquellas zonas deprimidas, sea por su ubica-
agrario de un sistema financiero especializado y ción, sea por su pobreza geográfica, sea por con-
autosostenido. diciones de subversión, o por las causas que el
Estado considere. El Estado debe acudir allí, con
Hay que distinguir lo que debe ser una herra- sus recursos, en forma de subsidio, en forma de
mienta financiera para el agro, que por su pro- ayuda directa, y también para promover las acti-
pia naturaleza requiere de una organización y vidades de desarrollo agropecuario o agroin-
de conocimientos especiales. Porque no todos los dustrial en las zonas donde es necesaria su ac-
bancos pueden prestar a la agricultura, y menos ción, precediendo a la actividad privada. Eso ocu-
en el Perú, donde, por más de veinte años, el rrió en el departamento de San Martín. Antes de
Estado, sin que nadie se lo pidiera, eliminó a la que llegara la actividad privada, llegó el Estado;
Banca privada y a todo sistema financiero priva- puso molinos, infraestructura para arroz, infra-
do para intervenir en el agro, asumiendo esa ta- estructura para maíz. Luego, paulatinamente,
rea en forma monopólica. llegaron los privados, se asentaron y aprovecha-
ron esa acción promotora del Estado.
Luego, si el Estado, al margen de los gobiernos,
asumió esa obligación, no puede de la noche a la El Estado debe asimismo establecer y financiar
mañana deshacerse de ella y dejar al sector sin programas de producción y consumo de alimen-
este servicio indispensable para la producción. tos nativos. Así como le dimos a la humanidad la
Pero estamos también estableciendo la obligación papa, le estamos dando la kiwicha y una serie de
de que sea autosostenido, para no incurrir en el productos que, sin embargo, no estimulamos para
vicio del subsidio a través del crédito. que los peruanos los consuman; y, al contrario,
estamos alentando, a través de la rebaja de los
No es posible avanzar en el diseño de una agri- aranceles, a través de un dólar barato, a través
cultura moderna, competitiva, eficiente, que in- del combate a las sobretasas, el consumo de los
corpore dentro de esos criterios y dentro de ese alimentos importados. No sólo porque en la me-
proyecto a los actuales titulares de la tierra. El dida en que promovamos el consumo de nuestra
proceso de reforma agraria que se ha realizado propia producción, especialmente la nativa, va-
aquí, a lo largo de los últimos veinte años, no mos a gastar menos en importaciones y de ese
puede ser olvidado ni desaprovechado. No pode- modo vamos a gastar menos divisas; sino porque
mos ir a desplazar a los actuales tenedores de la creo que todo país tiene la obligación de aprove-
tierra; ellos son pobres, son pequeños, no son char al máximo su potencial productivo.
cultos, pero están allí; y no hay lugar en nuestra
sociedad donde ellos vayan, si es que nosotros Estamos también señalando que la instrucción
los desalojamos. agropecuaria especializada es una herramienta
efectiva de promoción y de conversión de la agri-
Por lo mismo, hay que crear las condiciones para cultura llamada tradicional en la agricultura
que ellos puedan seguir siendo agricultores y para moderna.
que sean los agricultores modernos, competiti-
vos y eficientes que necesita el país. Por eso es Para concluir, señor, advertimos en la propuesta
que estamos incluyendo, dentro de las obligacio- que estamos discutiendo una peligrosa confusión
nes del Estado, el organizar y participar en un entre lo que es la propiedad de la comunidad cam-
sistema de garantías para la pequeña y mediana pesina y nativa y una asimilación de lo que son
agricultura. las Comunidades Campesinas y Nativas como si
fuera lo mismo, y no lo son.
Igualmente, el Estado debe organizar y partici-
par en un sistema de seguro agrario, que paula- Cualquiera que haya recorrido el país y que co-
tinamente vaya cubriendo aquellos espacios que nozca la legislación, sabe que las Comunidades
ahora están al descubierto; en primer lugar, el Nativas, por ejemplo, tienen una reservación, tie-
crédito. Cuando haya un seguro al crédito paga- nen áreas sobre las cuales ellas ejercen su activi-
do por los mismos agricultores, los bancos priva- dad productiva, que en gran parte es trashuman-
dos irán, con más confianza, a habilitar o prestar te. En consecuencia, permitirles que puedan
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