Page 145 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,      bierno tiene por falta de recursos, que siempre
                  señor Chirinos Soto.                        le resultan escasos para cubrir sus propósitos.
                                                              Por eso la Constitución tiene que contener nor-
                  El señor CHIRINOS SOTO (R).— Hemos es-      mas que detengan eso. Estamos de acuerdo, se-
                  cuchado disparates de ese estilo, señor Presi-  ñor Chirinos.
                  dente.
                                                              Gracias.
                  Se está yendo el señor Sotomarino, pero quizás
                  se acuerde de que en cada oportunidad en que se  El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,
                  presentaba un Ministro de Economía o un Presi-  señor Chirinos Soto.
                  dente del Consejo, yo traía simplemente el bole-
                  tín semanal del Banco Central de Reserva, y empe-  El señor CHIRINOS SOTO (R).— Por lo me-
                  zaba a leer las cantidades absolutamente astro-  nos que les pongan dificultades.
                  nómicas en que se producía la emisión de bille-
                  tes. Y algunas veces eché cálculos que resultaron  Señor Presidente, para mí, la inflación ha cons-
                  equivocados y que el señor Sotomarino corrigió  tituido una verdadera obsesión a lo largo de los
                  con esa habilidad matemática que todos le reco-  más de 40 años de periodista en ejercicio que tengo
                  nocemos y que daban, como consecuencia, una  y desde que fui diputado por primera vez en 1967.
                  inflación de una velocidad digna de la inflación
                  alemana de los años 20.                     Al lado de don Pedro Beltrán, sería interminable
                                                              la lista de artículos, de ensayos y hasta de libros
                  Sí, señor Sotomarino.                       que yo podría leer y citar, escritos por mí, sin
                                                              necesidad de autoalabarme; como si uno no pu-
                  El señor PRESIDENTE.— Puede interrum-       diera hacer las citas de sus propios libros para
                  pir, señor Sotomarino.                      demostrar la perfecta coherencia de su pensa-
                                                              miento.
                  El señor SOTOMARINO CHÁVEZ (PPC).—
                  Señor Presidente, creo que algunas cuestiones  Señor Presidente, en el primer gobierno de Be-
                  anecdóticas vienen al caso porque nos alertan  launde me pronuncié contra los conatos de infla-
                  respecto de la realidad vivida. Al respecto, puedo  ción, contra la inflación incipiente, y consta en
                  contar que yo estuve con un Presidente del Ban-  mi correspondiente libro de discursos parlamen-
                  co Central de Reserva a quien le fui a hablar so-  tarios Pido la palabra.
                  bre lo que significaba el dólar MUC para la eco-
                  nomía en el momento que se dio. Era un hombre  Lo propio hice en la Asamblea Constituyente, al
                  muy allegado a mí, muy amigo mío. Y yo le dije:
                  "Pero esto es una barbaridad, esto no tiene pies  discutirse este capítulo, y consta en el Diario de
                                                              los Debates, tanto de la Comisión Principal como
                  ni cabeza". Él me contestó: "Son órdenes supe-
                  riores". Yo le dije: "¿Qué tan superiores?". "De la  del Pleno del Congreso.
                  cumbre", me dijo.
                                                              En el primer gobierno de Belaunde, cada vez que
                  En otra ocasión, me hallaba en Palacio de Go-  vino un Presidente del Consejo, alerté acerca de
                  bierno con el señor Belaunde, que estaba muy  la inflación. Ése fue el centro de mi debate con
                  preocupado por obtener fondos de las reservas  mi recordado amigo Manuel Ulloa; y consta, se-
                  del Seguro para hacer sus obras viales hacia  ñor Presidente, porque he publicado, por lo me-
                  Pucusana u otras zonas, no me acuerdo bien;  nos, mis principales discursos en los cinco años
                  entonces, en ese momento, él también trataba  del segundo gobierno de Belaunde.
                  de tomar los fondos de reserva del Banco Cen-
                  tral, y se le dijo: "No, señor, eso no puede ser". El  En los años de Alan García, todas las veces me
                  señor Presidente se molestó mucho y dijo: "Qui-  pronuncié contra esta absurda política económi-
                  siera verlos a ustedes hablar de autonomía del  ca: "Hago inflación, no importa, concedo aumen-
                  Banco Central si tuvieran este cargo que yo ten-  tos de sueldos y salarios mayores que la infla-
                  go, o hablar de autonomía si fueran Prefecto de  ción y en seguida establezco un sistema de cam-
                  Lima. Ese tipo de puritanismo del señor Webb  bios diferenciados en cuya virtud habrá dólar
                  no nos lleva a ninguna parte y nos impide todo  barato para los alimentos y las medicinas y dólar
                  género de operación".                       caro para los perfumes". En la práctica, señor
                                                              Presidente...
                  La conclusión sería: "Todos los presidentes han
                  tratado de transgredir la autonomía del Banco  El señor MOREYRA LOREDO (SODE).—
                  Central de Reserva". Esa ha sido una norma usual  ¿Me permite una interrupción, doctor Chirinos
                  en vía de respuesta a la angustia que todo go-  Soto?



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